«Una mirada, un objeto, un símbolo, la torre es todo lo que el hombre quiera que sea y todo es infinito. Un espectáculo observado y que observa, edificio inútil e irremplazable, mundo familiar y símbolo heroico, testigo de un siglo y monumento siempre nuevo, objeto inimitable y constantemente reproducido… (Roland Barthes, la torre Eiffel, ed. Delpirre 1964).
Tomado de la página oficial
Era la torre más alta del mundo en el momento de su construcción y ha sido reproducida en diferentes lugares del mundo. Aunque las grandes torres de hoy la superan en altura, ella sigue siendo única.
Su construcción fue en 1889 y duró 2 años, 2 meses y 5 días y fue una auténtica proeza técnica y arquitectónica. «Utopía realizada», hazaña tecnológica, a finales del siglo XIX fue la demostración del ingenio francés personificado por Gustave Eiffel, un punto culminante de la era industrial. Inmediatamente experimentó un éxito inmenso.
Diseñada para durar sólo 20 años, se salvó gracias a los experimentos científicos promovidos por Gustave Eiffel, que fue quien la construyó con motivo de la Exposición Universal de 1889 que conmemoraba el primer centenario de la Revolución Francesa. Sirvió para las primeras transmisiones radiográficas, seguidas de las telecomunicaciones: señales de radio de la torre al Panteón en 1898, sirvió como radio militar en 1903, primera emisión de radio pública en 1925 y después la televisión hasta la TNT más recientemente.
La torre en el corazón de los eventos
Desde los años 80, el monumento ha sido renovado, restaurado y adaptado regularmente para un público cada vez más numeroso.
Con el paso de los decenios, la Torre Eiffel ha visto proezas, iluminaciones extraordinarias, visitantes prestigiosos. Un lugar mítico y audaz, que siempre ha inspirado a artistas y desafíos.
Es el escenario de numerosos acontecimientos de relevancia internacional (encendido de alumbrados, centenario de la torre, espectáculo pirotécnico del año 2000, campañas de pintura, destellos de luz, torre azul para indicar la Presidencia francesa de la Unión Europea o multicolor para sus 120 años, instalaciones insólitas como una pista de patinaje, un jardín, etc.).
La magia de la luz
Como todas las torres, nos permite ver y ser vistos, con un ascenso espectacular, una panorámica única de París, un faro resplandeciente en el cielo de la capital.
La torre también representa la magia de la luz. Su alumbrado, sus destellos de luz y su brillante faro reavivan el sueño todas las noches.
Inaugurado el 31 diciembre 1985, diseñado por Pierre Bideau, ingeniero en iluminación, compuesto por 336 proyectores, equipados con lámparas de sodio de alta presión de color amarillo-anaranjado.
Esta iluminación, que fue un éxito mundial y unánime, marcó el punto de partida, en París y en las grandes ciudades de Francia y del mundo, de un renacimiento de la puesta en valor nocturna de los monumentos.
Los haces de luz, dirigidos de abajo hacia arriba, iluminan la torre Eiffel desde el interior de su estructura. Desde 1958, sustituyendo los 1.290 proyectores en servicio que iluminaban la Torre desde el exterior, realzan la delicada estructura metálica del monumento e iluminan los lugares transitados por los visitantes de noche hasta la hora de cierre de la torre. Además del aspecto estético, también es necesario para la seguridad del funcionamiento nocturno de la Torre.
El encendido de los proyectores se realiza en menos de 10 minutos. Unos sensores lo activan al anochecer.
En 2004, fueron sustituidos por proyectores con una potencia eléctrica de 600 vatios en lugar del 1 KW anterior, es decir, un ahorro en el consumo de energía de aproximadamente el 40%. Este mejor rendimiento luminoso conserva toda la belleza del aspecto final.
Desde entonces, cada 4 años, los técnicos de la SETE proceden a la renovación de las 336 bombillas de los focos de iluminación, que otorgan a la Torre Eiffel su manto dorado cada noche. Última operación hasta la fecha: en la primavera de 2019.
Contrariamente a lo que mucha gente piensa, la iluminación nocturna de la Torre (manto dorado) representa únicamente cerca del 4 % de la factura energética anual del monumento.
En diciembre de 2019, los cuatro focos de 2000 W que alumbraban la antena desde 1985 han dado paso a focos LED, que son 10 veces menos potentes y gastan menos energía.
Para el parpadeo, hay instalados en cada cara de la Torre 5000 cabezales que contienen cada uno una lámpara de xenón de 6 vatios; es decir, un total de 20 000 lámparas y 120 kW de potencia total instalada.
Un equipo compuesto por técnicos de la SETE y de trabajadores de altura profesionales cargan un promedio de 300 a 400 lámparas en la instalación.
El parpadeo es una instalación que consume muy poca energía, aproximadamente 8800 kWh al año, o sea el equivalente del consumo eléctrico anual de un estudio de 30 m² ocupado por 2 personas. Representa el 0,4 % del consumo eléctrico anual del monumento.
El monumento más visitado del mundo
Símbolo de Francia en el mundo, balcón de París, en la actualidad cuenta con casi 7 millones de visitantes al año (de los cuales el 75% son extranjeros), lo que le convierte en el monumento de pago más visitado del mundo.
Es universal, como la torre de Babel, pues cerca de 300 millones de visitantes, sin distinción de edad u origen, han venido de todos los rincones del planeta para descubrirla desde su inauguración en 1889.

La torre en cifras
Objeto de discordia, codicia y fascinación, la Torre Eiffel no deja indiferente a nadie. Rica con una historia llena de cambios, aquí podrá encontrar todos sus datos clave.
Altura actual | 324 metros |
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Altura inicial sin antena | 312 metros |
Ancho total | 125 metros (en el suelo) |
Ancho de un pie/pilar | 25 metros (en el suelo) |
Primera planta | 57 metros, 4415 metros cuadrados |
Secunda planta | 115 metros, 1430 metros cuadrados |
La cima | 276 metros, 250 metros cuadrados |
Ascensores | 5 ascensores hasta la secunda planta, 2 x 2 duolifts hasta la cima |
Peso de la estructura metálica | 7 300 toneladas |
Peso total | 10 100 toneladas |
Número de remaches | 2 500 000 |
Número de piezas de hierro | 18 038 |
Pilares | Cuatro pilares, un cuadrado de 125 metros de lado |
Diseño | 18.038 piezas metálicas |
5.300 diseños de taller | |
50 ingenieros y diseñadores | |
Construcción | 150 operarios en la fábrica de Levallois-Perret |
Entre 150 y 300 operarios en la obra | |
2.500.000 remaches | |
7.300 toneladas de hierro | |
60 toneladas de pintura |
Uno de los monumentos más conocidos y más imitados del mundo
Desde la construcción de la Torre Eiffel, la obsesión de otros lugares por poseer su propia Torre se ha extendido por todo el mundo. Muchos son los monumentos que han imitado el símbolo de París y Francia: unos están inspirados en la obra de Gustave Eiffel; otros se le parecen mucho o son réplicas en miniatura.
En 1889, fecha de la inauguración de la torre, el obelisco de Washington con 169 metros de alto lleva cuatro años ostentando el récord del mundo. Habrá que esperar más de cuarenta años para ver la torre destronada por el edificio Chrysler de Nueva York (319m), superado en 1949 por el Empire State Building (381m). Hoy, son muchas las torres que alcanzan alturas de vértigo como la de Taipéi (508 metros) y más recientemente la Burj Dubaï (828 metros).
El trabajo comienza | el 26 enero 1887 |
El montaje de las patas comienza | el 1 julio 1887 |
La primera planta se terminó | el 1 abril 1888 |
La segunda planta se terminó | el 14 agosto 1888 |
El montaje finalizará definitivamente con la cima | el 31 marzo 1889 |
El diseño de la torre Eiffel
El proyecto de una torre de 300 metros nació con motivo de la preparación de la Exposición Universal de 1889.

La apuesta era «estudiar la posibilidad de levantar sobre el Campo de Marte una torre de hierro, con una base cuadrada, con 125 metros de lado y 300 metros de alto«. Seleccionado entre 107 proyectos, se aceptó el de Gustave Eiffel, empresario, Maurice Koechlin y Emile Nouguier, ingenieros y Stephen Sauvestre, arquitecto.
Los dos ingenieros principales de la empresa Eiffel, Émile Nouguier y Maurice Koechlin, en junio 1884 tuvieron la idea de una torre muy alta, diseñada como un gran pilar con 4 columnas separadas en la base a modo de patas que se unían en la parte superior, unidas entre sí por vigas metálicas dispuestas en intervalos regulares.
El proyecto de la torre era una extensión de este principio con una altura de 300 metros, es decir, el equivalente a la cifra simbólica de 1000 pies de los soportes de puentes. El 18 de septiembre de 1884 Eiffel patentó “un nuevo diseño que permitía construir soportes y postes metálicos capaces de alcanzar una altura superior a 300 metros”.
Para hacer el proyecto más aceptable de cara a la opinión pública, Nouguier y Koechlin solicitaron al arquitecto Stephen Sauvestre para que trabajara en la apariencia del proyecto.
La construcción
El montaje de las patas comienza el 1 julio 1887 para terminar veintiún meses más tarde.
Todos los elementos se prepararon en la fábrica de Levallois-Perret cerca de París, sede de la empresa Eiffel. Cada una de las 18.000 piezas de la torre fue diseñada y calculada antes de ser trazada al milímetro y ensamblada por elementos de unos cinco metros. Sobre el terreno, entre 150 y 300 obreros, dirigidos por un equipo de veteranos en grandes viaductos metálicos, se encargaron del montaje de este gigantesco mecano.
Cuatro hombres para colocar un remache
Provisionalmente las uniones se fijaron en su lugar con ayuda de bulones, remplazados posteriormente por remaches colocados en caliente. Cuando se enfrían, se contraen asegurando así la fijación de las piezas unas contra otras. Se necesita un equipo de cuatro hombres para colocar un remache: uno para aplicar calor, uno para sujetarlo en su sitio, uno para dar forma a la cabeza y el último para golpearlo con un mazo. Sólo una tercera parte de los 2.500.000 remaches utilizados en la torre se colocaron directamente sobre el terreno.

Las patas reposan sobre cimientos de hormigón instalados unos metros bajo el nivel del suelo sobre una cama de grava compacta. Cada arista metálica reposa sobre su propia pilastra, unida a las demás mediante muros, sobre la cual ejerce una presión de 3 a 4 kilos por centímetro cuadrado.
En el lado del Sena, se utilizaron artesones metálicos estancos y aire comprimido inyectado lo cual permitía a los obreros trabajar bajo el nivel del agua.
La torre se montó con ayuda de andamios de madera y pequeñas grúas a vapor fijadas a la misma torre.
El montaje de la primera planta se realizó con la ayuda de doce andamios provisionales de madera y de 30 metros de altura, y cuatro andamios más grandes de 45 metros.
Unas «cajas de arena» y unos gatos hidráulicos, sustituidos posteriormente por calzos fijos, permitieron regular la posición de la carpintería metálica con presión milimétrica.
La unión de las grandes vigas del primer nivel se completó el 7 diciembre 1887. Las piezas se izaron con ayuda de grúas a vapor que subían a su vez por la torre, utilizando las correderas previstas para los ascensores.
Debates y polémicas sobre la torre Eiffel
Incluso antes de haber terminado su construcción, la torre ya estaba en el ojo del huracán de los debates. Ridiculizada por las críticas de grandes nombres del mundo de las letras y las artes, la torre supo sobreponerse y disfrutar del éxito merecido.

Después de la publicación de diversos panfletos o artículos durante todo el año 1886, las obras no habían hecho más que comenzar cuando el 14 de febrero 1887 tuvo lugar una protesta de los artistas.
Publicada en el periódico Le Temps, esta «Protesta contra la torre del Sr. Eiffel» va dirigida al Sr. Alphand, director de obras de la Exposición. Firmada por algunos grandes nombres del mundo de las letras y las artes : Charles Gounod, Guy de Maupassant, Alexandre Dumas fils, François Coppée, Leconte de Lisle, Sully Prudhomme, William Bouguereau, Ernest Meissonier, Victorien Sardou, Charles Garnier y otros a quienes la posteridad ha favorecido menos.

Otros panfletistas van más allá con esta violenta diatriba e hicieron tales injurias como : «trágica lámpara de calle» (Léon Bloy) ; «esqueleto de atalaya»(Paul Verlaine) ; «mástil de hierro de aparejos duros, inconclusos, confusos, deformes» (François Coppée) ; «pirámide alta y flaca de escalas de hierro, esqueleto gigante falto de gracia, cuya base parece hecha para llevar un monumento formidable de Cíclopes, aborto de un ridículo y delgado perfil de chimenea de fábrica» (Maupassant) ; «un tubo de fábrica en construcción, un armazón que espera ser cubierto por piedras o ladrillos, esta alambrera infundibuliforme, este supositorio acribillado de hoyos» (Joris-Karl Huysmans).

Las polémicas se terminaron por sí solas cuando se terminó la construcción de la torre, ante la presencia incontestable de la obra acabada y el inmenso éxito popular que cosecha. Recibió dos millones de visitantes durante la exposición de 1889.
Fuente: TOUREIFFEL.PARIS LA PÁGINA WEB OFICIAL DE LA TORRE EIFFEL.