SANTO DOMINGO.- Según el documento presentado el sábado por el Ministerio Público sobre las imputaciones que pesan en contra de los 14 implicados en la Operación Larva, una de sus principales tácticas consistía en invertir las grandes sumas de dinero obtenidas de las actividades del narcotráfico en el sector inmobiliario, adquiriendo “inmuebles suntuosos” en sectores exclusivos del Distrito Nacional, Punta Cana y Santiago de los Caballeros.
Los fiscales citan que los inmuebles no se corresponden con el perfil económico reportado por la Tesorería de la Seguridad Social (TSS) y la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), razón por la que levantaron sospechas.
“Administraron y utilizaron sumas millonarias de dinero, a través de múltiples operaciones que no resistieron el escrutinio de la investigación y de manera fácil pusieron en evidencia que provenían del narcotráfico”, señala el expediente.
Para lograr su cometido, se auxiliaban de familiares de los principales miembros de la red, así como de compañías fantasmas. Según los fiscales, a través de sus empresas se obtuvieron inmuebles cuyo valor superan los RD$500,000,000.
“Crearon empresas de carpetas, establecidas con el propósito de adquirir inmuebles suntuosos, sin que estas cuenten con una operatividad real”, dice el documento.
Asimismo, instauraron un gran número de compañías bajo la misma razón social y domicilio para “aparentar ante la sociedad, que se trata de personas cuyos recursos son lícitos”.
En el expediente, el Ministerio Público precisa que estas empresas no cuentan con ningún historial crediticio o movimientos en el sector financiero, lo que indica que los inmuebles adquiridos a través de ellas fueron comprados “con la utilización de dinero en efectivo provenientes del lavado de activos”.
El presunto entramado criminal también realizó actividades de intermediación financiera sin estar autorizados por la Superintendencia de Bancos para estos fines, logrando esquivar la realización de reportes ante las autoridades.
Otra de las estrategias era el envío de remesas entre los mismos miembros de la organización, “como una forma de circular dinero a través de operaciones pitufeadas”.
Texto adaptado de la información publicada por Listín Diario.