En la República Dominicana, el vehículo privado no es un lujo: es casi una necesidad. Según datos recientes, los hogares de clase media poseen en promedio dos vehículos, y en sectores de mayor ingreso esa cifra puede superar los tres. A pesar de esto, los desarrolladores inmobiliarios han comenzado a vender apartamentos con un solo parqueo, e incluso sin ninguno, confiando en que los residentes encontrarán soluciones alternativas en la vía pública. Esta tendencia genera un dilema: ¿es una estrategia de mercado inteligente o un riesgo que puede convertirse en un error costoso para el comprador, afectando la plusvalía y la calidad de vida?
El contexto vehicular en Santo Domingo
El Gran Santo Domingo concentra más del 50 % del parque vehicular del país, con aproximadamente 1,2 millones de vehículos circulando y una densidad de 508 vehículos por cada 1 000 habitantes. Este elevado número de automóviles crea presión sobre la infraestructura vial y sobre los espacios de estacionamiento. Barrios como Piantini, Naco, Alma Rosa, Los Prados y Villa Juana muestran claramente cómo la falta de parqueos internos provoca congestión en calles secundarias que desembocan en avenidas principales. Los vehículos estacionados fuera de los espacios designados no solo reducen la fluidez del tránsito, sino que generan tapones localizados que se suman a la saturación general de la ciudad, afectando la movilidad diaria, incrementando los tiempos de desplazamiento y aumentando la exposición a accidentes y conflictos vecinales.
Estrategia de los desarrolladores y costos
Para cumplir con la normativa mínima vigente, muchos proyectos asignan solo un parqueo por apartamento, dejando la opción de adquirir espacios adicionales. El costo promedio de un parqueo extra en Santo Domingo oscila entre US$10 000 y US$20 000, según ubicación y tipo de proyecto. Esta estrategia permite a los desarrolladores ajustar el precio inicial y optimizar el terreno, pero expone al comprador a un riesgo que no siempre se percibe al momento de la compra: la dependencia de espacios externos, con sus problemas de disponibilidad, seguridad y movilidad. Aquellos que deciden estacionar en la calle enfrentan estrés diario, gastos adicionales y la posibilidad de afectar la relación con vecinos.
Cómo garantizar un parqueo adecuado
El parqueo adicional no es un lujo; es un elemento esencial al evaluar un apartamento. Garantizar dos o más parqueos por unidad, adquirir los espacios adicionales desde el inicio y evaluar la saturación de calles y avenidas circundantes permite proteger la inversión y la comodidad diaria. Un comprador que ignora estos factores puede ahorrar inicialmente, pero pagará con molestias recurrentes, costos de parqueo externo y disminución del valor del inmueble con el tiempo.
Impacto urbano y movilidad
El parqueo en la vía pública genera tapones localizados, especialmente en calles secundarias que desembocan en avenidas principales. Esto no solo dificulta el tránsito de vehículos particulares y transporte público, sino que también interfiere con la circulación de vehículos de emergencia, aumentando riesgos de accidentes y complicando la movilidad diaria. En barrios densamente poblados, la saturación de calles por vehículos estacionados fuera de espacios designados se combina con la falta de infraestructura adecuada, elevando el estrés y reduciendo la seguridad urbana. Contar con parqueos internos suficientes protege tanto la inversión como la eficiencia del flujo urbano y la convivencia vecinal.
Plusvalía y valorización de la inversión
La cantidad de parqueos disponibles influye directamente en la plusvalía del inmueble. Los apartamentos con dos espacios de estacionamiento tienden a revalorizarse entre 15 % y 20 % más que aquellos con un solo parqueo. En barrios de alta demanda, estos proyectos muestran un incremento anual promedio de 6–8 % en su valor de mercado, mientras que los apartamentos que dependen de la calle apenas crecen un 3–4 %. La falta de parqueos adicionales reduce la liquidez del inmueble, limita la demanda y obliga al propietario a asumir costos recurrentes por estacionamiento externo, afectando directamente la rentabilidad de la inversión.
Riesgos para el comprador
La decisión de ahorrar en parqueos al momento de la compra puede parecer atractiva, pero implica varios riesgos ocultos: congestión diaria, aumento de estrés, exposición a daños y conflictos vecinales, disminución del valor de reventa y pérdida de liquidez del inmueble. El comprador que no considera estos factores enfrenta dificultades cotidianas que pueden hacer que lo que parecía un ahorro inicial se convierta en un error costoso.
Conclusión
El fenómeno de los apartamentos con pocos o ningún parqueo responde a estrategias de desarrollo ajustadas a normativas mínimas y a la presión de densidad urbana, pero plantea riesgos claros para los compradores. En un país donde los vehículos son esenciales y la movilidad urbana limitada, no contar con parqueos suficientes representa un riesgo tangible para la inversión y la calidad de vida. Mirar más allá del metraje y la ubicación es crucial: invertir en un parqueo adicional hoy puede marcar la diferencia entre una inversión rentable y un problema diario que se pagará todos los días.