Por Raquel Salas
Especial para El Inmobiliario
La ética y la integridad son pilares fundamentales para el éxito en el sector inmobiliario. En un mundo donde las transacciones son frecuentes y las relaciones se construyen sobre la confianza, estos valores se convierten en la brújula que guía nuestras acciones y decisiones.
A raíz de diversas experiencias dramáticas e injustas que han vivido algunos colegas en su trayectoria reciente, y recordando vivencias personales sobre cómo la falta de ética profesional e integridad de unos pocos termina afectando negociaciones, es crucial señalar que estas generan situaciones de pérdidas que van más allá de lo económico. Antes de profundizar, recordemos lo que, según la Real Academia Española, significa integridad y ética.
«La integridad, en términos generales, describe el compromiso de una persona con la honestidad y la voluntad de hacer lo correcto. Por ejemplo, alguien que se abstiene de engañar, mentir o robar actúa con gran integridad. En contraste, la ética es la rama de la filosofía que estudia el comportamiento humano desde la perspectiva del bien y del mal, así como los principios que deben guiar nuestras acciones, con el objetivo del bien común».

Aunque a menudo se confunden, la ética y la integridad no son sinónimos. La ética es el conjunto de principios que orientan el comportamiento, mientras que la integridad es la aplicación de esos principios en la vida cotidiana; es fundamental conocer estos principios, pero lo que realmente importa es ser capaces de ponerlos en práctica. Se trata de elegir el camino solitario de hacer lo correcto, incluso cuando nadie nos observa.
La falta de integridad en el sector inmobiliario
Esta práctica se manifiesta a través de acciones comunes como el “robo” de clientes, el oportunismo y el arribismo. Esto incluye retener comisiones deliberadamente una vez que la desarrolladora o constructora las ha pagado, engañar para cerrar la venta de un inmueble omitiendo información relevante sobre su estatus real, especialmente en proyectos en plano, así como bajar el estándar de los materiales prometidos durante el proceso de ventas o entregar un producto muy distinto al que se ofreció. ¡Esto solo por citar algunos escenarios!
Consecuencias
Las consecuencias de estas prácticas son devastadoras. Robar un cliente y cometer el descaro de saltarte a tu colega, que en ocasiones es un compañero directo, para cerrar una venta sin el más mínimo remordimiento, a la larga daña tu reputación y te cierra las puertas. Al final, siempre se cosecha lo que se siembra. Retener comisiones sin justificación legítima es jugar con el sustento de tus colaboradores y crear un ambiente carente de compromiso. La realidad es que, por más pasión y entrega que se tenga, quien trabaja desea ser recompensado por su esfuerzo.
Invitación al cambio
Podría seguir explicando las consecuencias de las diversas prácticas que se ejercen desde la esquina de la deshonestidad, pero más que eso, quiero hacer una INVITACIÓN, sí, en mayúsculas, a que cada día cuidemos nuestras acciones y elijamos siempre hacer lo correcto. Hacer lo correcto implica asesorar a nuestros clientes desde la transparencia y la empatía; es ayudar a un compañero sin pretender robarle el cliente, en lugar de negociar los porcentajes de la comisión si ambas partes han estado trabajando en el caso. Hacer lo correcto es cumplir con nuestra palabra, honrar las negociaciones y dar siempre lo mejor de nosotros.
Como coach de vida y conferencista motivacional, sería contrario a mi naturaleza no dejarles un espacio reflexivo y práctico que los lleve a nuevas acciones de cambio. A continuación, les comparto algunas preguntas para que las socialicen con sus almohadas:
– ¿Qué acciones están tomando hoy para fomentar la integridad en su entorno?
– ¿Cómo pueden construir un ambiente más ético en su profesión?
– ¿Están dispuestos a ser el cambio que desean ver en el sector inmobiliario?
Aunque suene muy cliché, «La integridad es hacer lo correcto, incluso cuando nadie está mirando». En este camino hacia la excelencia, cada uno de nosotros tiene el poder de marcar la diferencia. ¡El futuro del sector inmobiliario está en sus manos! No subestimen el impacto de sus decisiones; cada acción ética que elijan hoy es un ladrillo en la construcción de un mañana más brillante y justo.
La autora es: Relacionista pública de los desarrollos Mystiq, CEO y fundadora de Reenfoque Positivo, directora del Grupo de Medios RP, Coach de vida y conferencista motivacional certificada por John Maxwell Leadership, cofundadora del podcast introspectivo Perros Verdes, autora de «Antes de Decir que Sí» y «Tiempo para Mí»