El viceministro José Ramón Reyes advierte sobre el impacto ambiental, económico y regional del alga marina.
SANTO DOMINGO. La República Dominicana ha recibido cerca de 900,000 toneladas de sargazo en lo que va de 2025, una cifra sin precedentes que está afectando gravemente las costas del país. Así lo afirmó el viceministro de Recursos Costeros y Marinos, José Ramón Reyes. “El periodo se ha duplicado, se ha alargado… antes era un par de meses, ahora es casi todo el año”.
Reyes explicó que el sargazo, una alga viva que se origina en el mar , ha sido redirigido hacia el Caribe debido al cambio climático y a la contaminación que llega desde grandes ríos como el Mississippi y el Congo. “Cada 20 días la masa de sargazo se duplica”, señaló, atribuyendo el fenómeno a la alteración de las corrientes marinas y al exceso de nutrientes en el océano.
El profesional detalló que este año el sargazo comenzó a llegar en febrero y ha impactado zonas que nunca antes habían sido afectadas, como Puerto Plata y Bahía de las Águilas. “Está llegando a todas partes del país”, dijo, y advirtió que su descomposición en tierra genera gases tóxicos y un olor fétido que afecta el turismo y la salud pública: “En 48 horas huele como huevos podridos o pescado muerto”.
Además del impacto ambiental, Reyes subrayó el daño económico que representa para el sector turístico. “Los hoteleros invierten mucho en barreras y recolección, pero no es suficiente”, afirmó el funcionario durante una entrevista en el programa “El Día”, de Telesistema donde alertó sobre el crecimiento acelerado del fenómeno y sus consecuencias
precisó que el Estado también ha desplegado brigadas para contener el sargazo, aunque entiende que la instalación de barreras debe hacerse con cuidado para no dañar los arrecifes de coral.
El problema se agrava cuando el sargazo llega a la costa. Su disposición incorrecta puede contaminar los acuíferos y provocar desastres ecológicos, apuntó. Reyes recordó un caso en Barahona donde, por falta de experiencia, la acumulación de sargazo en el fondo marino consumió todo el oxígeno y causó la muerte de miles de peces.
A pesar de los desafíos, el viceministro destacó iniciativas que buscan aprovechar el sargazo como recurso. Mencionó el caso de S.O.S. Carbon, una empresa local que ha desarrollado fertilizantes líquidos a partir del alga, probados con éxito en plantaciones de banano en Montecristi. También se han explorado usos en la construcción y la cosmética, aunque aún son proyectos limitados.
México ha iniciado investigaciones para convertir el sargazo en biocombustible, y la República Dominicana ha buscado colaborar en estos esfuerzos. “Estamos encontrando un uso para ello”, dijo Reyes, pero aclaró que el proceso requiere recolectarlo en el mar antes de que llegue a tierra y se descomponga.
El viceministro enfatizó que el sargazo no es un problema exclusivo del país, sino de toda la región. “Estamos trabajando con los países del Caribe y con México. Ya está llegando a la costa de Florida”, advirtió, subrayando la necesidad de una estrategia regional para enfrentar el fenómeno.
Desde una perspectiva ambiental, el sargazo representa una amenaza directa a los ecosistemas marinos. Su acumulación puede asfixiar corales y manglares, que son barreras naturales contra la erosión costera. “El calentamiento está matándolos, está deshidratándolos”, lamentó Reyes.
Fundaciones como Fundamar y Magua están trabajando en la restauración de corales resilientes, pero requieren mayor apoyo institucional. “Los corales son extremadamente importantes. Son refugio de especies y barrera contra el avance del mar”, explicó el viceministro.
Finalmente, Reyes hizo un llamado a la comunidad internacional para que se involucre en la búsqueda de soluciones sostenibles. “Este no es un problema de la República Dominicana. Es un problema de la región. Y estamos muy preocupados”, concluyó.

