SANTO DOMINGO.– El cuerpo humano es arquitectura viva. Cada postura, movimiento y hábito, no solo muestra nuestra estructura física, sino que refleja nuestro estado emocional y mental. La forma en que nos colocamos en el espacio influye directamente en cómo nos sentimos y cómo nos perciben los demás.
La postura afecta tanto la producción de hormonas y neurotransmisores, que mantener el torso erguido puede aumentar la confianza y reducir el estrés, porque mantiene el pecho abierto y al llevar los hombros hacia atrás, no solo mejoramos la alineación corporal, sino que también envíamos señales positivas al cerebro, promoviendo una sensación de poder y control.
Lo dice la psicóloga y experta en postura corporal española Rocío Vilches, quien asegura que la postura afecta también “cómo interpretamos el mundo y nuestras experiencias”, mientras que una postura encorvada puede “hacer que percibamos situaciones de manera negativa, mientras que una postura erguida facilita una interpretación más positiva y una sensación de resiliencia.»
Investigaciones en neurociencia y psicología han demostrado que la postura corporal impacta en la producción de hormonas y neurotransmisores. Por ejemplo, mantener una postura erguida puede aumentar los niveles de testosterona, asociada con la confianza, y reducir el cortisol, hormona vinculada al estrés.
El equipo de SaludOnNet, también español, añade: “Adoptar una postura adecuada ofrece beneficios que van más allá del plano físico: mayor confianza, reducción de ansiedad, energía positiva y mejor flujo respiratorio.”
Bienestar corporal y emocional
No solo la postura. Hay una serie de detalles que nos ayudarán a mantener una posición saludable y transmitir bienestar, como utilizar mobiliario ergonómico. Esta es una inversión obligatoria que nos ayudará a adaptar el entorno de trabajo o estudio con sillas y escritorios que favorezcan una postura saludable para prevenir dolores musculares y mejorar el bienestar general.
Conectar con la naturaleza, pasar tiempo al aire libre y en espacios naturales puede reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo, al tiempo que hacemos estiramientos y movimientos conscientes: incorporar prácticas como el yoga, el thai chi o el pilates, que ayudan a liberar tensiones acumuladas y mejorar la flexibilidad, contribuyendo al equilibrio emocional.
Practicar la respiración profunda, ya que hacerlo de manera consciente ayuda a reducir la ansiedad y mejora la postura al relajar los músculos tensos.
Xuan Lan, instructora vietnamita de yoga, explica que: «La postura del niño relaja la zona lumbar; la del guerrero fortalece y equilibra; la del árbol mejora concentración y equilibrio; la postura de relajación es ideal al finalizar la práctica; y la meditación con respiración consciente ayuda a desconectar del estrés.«
Algunos tips
Mantén la columna erguida: abre el pecho y lleva los hombros hacia atrás; ayuda a mejorar tu presencia y sensación de control.
Estira y muévete con conciencia: yoga, thai chi, pilates o estiramientos diarios liberan tensiones y favorecen la flexibilidad.
Respira profundo: una respiración consciente relaja músculos y reduce la ansiedad.
Cuida tu espacio: sillas y escritorios ergonómicos previenen dolores y mejoran la postura.
Conecta con la naturaleza: pasar tiempo al aire libre reduce el estrés y mejora el estado de ánimo.

