“Diseñamos estructuras, puentes, carreteras, acueductos, aeropuertos, presas, alcantarillados y drenajes, todos tomando en cuenta los parámetros técnicos para su diseño”. David De la Cruz.
SANTO DOMINGO.-“Los países no están preparados para catástrofes. Para enfrentar la naturaleza aún no existe ninguna nación preparada, esto lo vemos a diario”, afirmó el ingeniero civil David De la Cruz.
Respondiendo al planteamiento formulado ayer por el arquitecto y urbanista Branno Martínez quien aseguró que el desborde de problemas suscitado por las torrenciales lluvias caídas el pasado viernes cuatro, se debió al hecho de que sus autoridades no prepararon la ciudad para el vertiginoso crecimiento que ha experimentado en las últimas décadas; el promotor de viviendas sostuvo que todas las obras urbanísticas están diseñadas para condiciones normales.
“Por ejemplo sucesos que han ocurridos tales como el terremoto de Haití, el de México, el tsunami en la India, los terremotos del Japón y grandes huracanes que han afectado Puerto Rico, EE.UU y República Dominicana tales como María, Catrina y George, los cuales fueron devastadores”, recordó el profesional de la construcción.
De la Cruz considera que las catástrofes siempre rompen el récord del diseño para el cual fue concebido. “Diseñamos estructuras, puentes, carreteras, acueductos, aeropuertos, presas, alcantarillados y drenajes, todos tomando en cuenta los parámetros técnicos para su diseño”, argumentó.

Sobre el crecimiento demográfico entiende que ciertamente en ocasiones se hace sin ningún tipo de planificación. “Nosotros los promotores de viviendas que hacemos inversiones en el área inmobiliaria simple y llanamente concebimos los proyectos habitacionales, muchas veces incluso sin los accesos adecuados”.
Entiende que los gobiernos son los llamados a planificar hasta las zonas que están en desarrollo, citando el caso de la Jacobo Majluta, una demarcación en pleno auge, donde opina, el Gobierno debe ya ir tomando las previsiones de construir vías alternas que conecten con los accesos a la misma.
Igualmente citó algunas zonas en Santo Domingo Este y Oeste. “A los Gobiernos les corresponde lo que es la planificación de las grandes vías y autopistas para que las personas que habitan la zona, puedan tener salida”.
Lo que dijo el arquitecto urbanista
Para Branno Martínez el polígono central de la capítal dominicana debe “ralentizar su crecimiento” y abocarse a un plan urgente de mejora y fortalecimiento de sus servicios, de manera que puedan dar respuesta a eventos, como el ocurrido el pasado viernes.
“La realidad es que la ciudad, los ayuntamientos, Obras Públicas, la CAASD, ninguna de las instituciones del gobierno han dado respuesta al crecimiento vertiginoso que se ha dado en la capital”, aseguró el experto.
Entiende que las ciudades deben tener capacidad de respuesta a fenónemos que aunque no ocurren diariamente, pueden aparecer. “Hay que poner claro que un fenómeno natural como este no se da todos los días y todos los años, es un fenómeno muy especial y focalizado, y de manera eventual puede darse el desarrollo de fenómenos como ese, igual que huracanes y terremotos, pero en general ese efecto en ingeniería y otras áreas se llama resiliencia que es la capacidad de resistencia o de soportar los diferentes eventos y fenómenos, pero la ciudad no está preparada para nada”, expuso el urbanista.
El diluvio del viernes 4
Desde las cinco de la tarde y hasta las ocho de la noche el Distrito Nacional recibió el 70% de la cantidad de lluvias que históricamente recibe el mes de noviembre, lo que produjo enormes inundaciones y desbordamiento de las calles de la ciudad.
Ocho personas han fallecido producto de la ocurrencia del fenómeno que según expertos, ocurre cada 100 años.
El ingeniero hidrosanitario Raymond Martínez, consideró en entrevista para El Inmobiliario que la responsabilidad del desastre debe recaer en todos los actores, incluyendo los ciudadanos que en forma desmedida, lanzan desperdicios a las calles, provocando las obstrucciones en los drenajes y filtrantes.
De su lado el geólogo Osiris de León consideró que el fenómeno no debería verse como un episodio más, porque es urgente redefinir y ampliar el precario sistema de drenaje pluvial, para que al menos el 75% de la escorrentía de tormenta pueda drenar hacia el mar Caribe.
Expuso que, adicionalmente a los dos túneles de drenaje ubicados en las avenidas Máximo Gómez y Núñez de Cáceres, deben construirse tres subdrenes granulares, en dirección norte-sur, que lleguen hasta el mar a través de ambos laterales de las avenidas Abraham Lincoln, Winston Churchill y Luperón.