Tomado de Traveler
Mitad obra de arte y mitad atracción turística, The Vessel ha sido un éxito instantáneo. Cada día, especialmente los fines de semanas, centenares de aventureros se acercan a Hudson Yards para ascender a los cielos de Manhattan subiendo sus interminables escaleras.
Es un auténtico imán para los ojos ubicada en este nuevo barrio al oeste de la isla, que consta de cinco rascacielos de oficinas, un centro comercial con un mercado gastronómico español llamado Little Spain y un impresionante centro cultural cuya fachada se mueve sobre ruedas.
El autor de este monumento es Thomas Heatherwick, responsable de otras estructuras alucinantes como el pebetero olímpico de los juegos de Londres 2012.

El arquitecto inglés diseñó para Nueva York esta red de escaleras en forma de vasija (de ahí el nombre en inglés) .
A pesar de que todo el mundo ya la conoce como The Vessel durante un tiempo tuvo otro título mucho más literal, New York’s Staircase (o las escaleras de Nueva York) .
Esto no le ha librado de todo tipo de apodos salidos de la imaginación de los neoyorquinos: colmena, jarrón, corsé, caja torácica y hasta shawarma.
The Vessel es una auténtica joya. Y lo decimos desde un punto de vista arquitectónico pero también económico: ha costado 200 millones de dólares.
Se eleva más de 45 metros del suelo y está formada por 154 tramos de escaleras que conectan 80 rellanos.
El monumento suma 2.500 escalones pero no te preocupes porque no hay que superarlos todos. Del suelo al último piso hay 16 niveles y, si subes sin deambular por el laberinto de peldaños (algo difícil de evitar, para ser sinceros) , como mucho tendrás por delante 240 escalones (que luego tendrás que bajar).