Para él, suspirar de amor fue lo que le hizo saber que Yulen era la indicada. “Nunca había sentido lo que con ella siento”. Ella sabiendo que tenía su galán a sus pies se enamoró más aún.
SANTO DOMINGO.- “Feliz día de San Valentín mi amor bello, que sigamos siendo una pareja en uno siempre. Te amo”. Con ese hermoso mensaje, acompañado de una tierna foto de ambos, felicitó él a su amada el pasado 14 de febrero.

Comunicarse, amarse y no dejar que las diferencias y el ego dominen un tema a discutir, es la receta que le ha impregnado sabor a 23 años de matrimonio de este enamorado duo que destila amor por los poros. Se definen amigos y compañeros inseparables que decidieron compartir la vida unidos de la mano y apoyarse en sus locas aventuras.
Víctor Gómez y Yulen Reyes de Plan Maestro Inmobiliaria, no recuerdan el tiempo exacto en que se conocieron, para ellos no es importante, porque otros buenos y gratos recuerdos invaden sus memorias. “Uno de mis mejores recuerdos fue cuando el ciclón Georges como no había comunicación Víctor fue en bicicleta a mi casa a ver si estaba bien todo, preguntó por mi, no entró a verme solo quería asegurarse de que estaba bien y luego se fue”, cuenta la feliz esposa.

“En el caso mío tengo muchos recuerdos agradables y como le comenté somos aventureros y ella me apoya en mis locuras. Recuerdo que un día a las 6:45 dije tengo deseos de un mofonguito con chivo del típico Bonao y ella me dijo vámonos y a las 8:15 estábamos sentados ahí, cabe mencionar que vivimos en la Zona Oriental”, narra Víctor.
Para él suspirar de amor fue lo que le hizo saber que Yulen era la indicada. “Nunca había sentido lo que con ella siento”. Ella sabiendo que tenía su galán a sus pies se enamoró más aún.
Aaron y Anton de 20 y 14 años de edad, son los dos hijos procreados por esta unión que entiende que la mejor chispa para preservar un matrimonio está en compartir, comunicarse y dedicarse tiempo.

Ambos trabajan en la empresa inmobiliaria, comparten retos que dicen, los mantiene más unidos. “Hacemos todo juntos, trabajar, viajar, comer y somos compañeros de aventuras aquí y en el extranjero. Nos llevamos muy bien, somos amigos aparte de pareja”, cuentan.
Las noches, después de sus labores cenan juntos y “luego nos vamos a la habitación a charlar y hacer un resumen de lo acontecido en el día y planear las estrategias para el siguiente”.

Yulen es quien muchas veces elige sus “regalo sorpresas”, en fechas especiales. Como mujer tiene sus detalles con su esposo como hacerle el desayuno y llevárselo a la cama en días especiales y siempre lo espera para almorzar. Ambos son capitaleños y en navidad viajan junto a sus hijos a encontrarse con los familiares que viven en el extranjero.
“Por mi volvería a casarme con Yulen cien veces”, ella lo respalda absolutamente en esa posición. Y terminan con la frase que por 23 años los ha mantenido enlazados. “Eres lo mejor que me ha pasado”.