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Por Indhira Desangles

Recientemente estuve de expositora en un webinar, en el que participaron futuros especialistas inmobiliarios y donde conversé sobre del ciclo de los bienes raíces.

Y es que el mercado inmobiliario no se comporta aleatoriamente, sino que sigue un proceso cíclico que tiene relación con la oferta y demanda del mercado, que puede durar entre uno y diez años. Es en este punto donde los profesionales del sector inmobiliario deben tener la capacidad de detectar la posición y el movimiento de cada etapa, pues esto les permite identificar el momento óptimo para recomendar invertir a sus clientes.

Ahora bien, para que esta identificación sea posible el agente inmobiliario ha de tener habilidades para detectar el balance entre oferta y demanda, el cual se ve afectado por variables demográficas y económicas de cada país, incidiendo en su equilibrio y creando oportunidades de mercado para los clientes.

A continuación te comparto las cuatro fases del ciclo inmobiliario, para que te sirvan como guía y apoyo en la selección del mejor plan de inversión en bienes raíces y así saber cuál es el momento oportuno para tomar acción comercial:

1 – Recuperación, también llamado ciclo ascendente u ola. Es donde existe poca cantidad de proyectos o nuevas construcciones, alta demanda y poca oferta. Usualmente ocurre en período de crisis. Aquí los pocos proyectos disponibles tienden a tener éxito. Se caracteriza por crecimiento en la demanda, la inversión, producción, beneficios y empleo.

2 – Expansión que es es el momento que ocurre luego de un período de crisis y genera alta actividad y crecimiento económico. Suele ser llamado «el momento más optimista» luego de una etapa difícil y se destaca por goce común del crecimiento. Dentro de sus características se inscriben nuevas construcciones, aumento de inversiones, alta demanda de espacios; y aumentos de beneficios, salarios y costos. Es importante tener en el radar que es probable que, luego de este «auge», exista demasiada oferta y competencia.

3 – Hiper oferta identificada por tener un incremento de la disponibilidad de espacios y una alta cantidad y auge de nuevas construcciones.


4 – Recesión donde se presenta una desaceleración en la disponibilidad de espacios inmobiliarios. Es, de hecho, el punto más bajo del ciclo, puesto que no existen nuevos proyectos ni demandas que incentiven las inversiones. Sus características suelen ser decrecimiento de la demanda y la inversión y disminución de salarios.

Conocer estas cuatro fases de los ciclos económicos inmobiliarios será determinante al momento de decidir por el mejor plan de inversión en bienes raíces, puesto que el inversionista o desarrollador de proyectos con visión y conocimientos suficientes podrá identificar el momento oportuno para las acciones comerciales que deben recomendar a sus clientes.

En Desangles Properties contamos con la expertise necesaria para hacer la mejor recomendación comercial para cualquiera de tus objetos de inversión. Contáctanos

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