Por José Arias
El Inmobiliario
Las primeras edificaciones del Santo Domingo que conocemos hoy datan de los años 1500 en adelante, en aquellos tiempos de esplendor de la Ciudad Colonial y sus intramuros. La Primada de América y trampolín para la conquista y colonización del Nuevo Mundo.
Se construyeron en el año 1509, en la zona que albergaba los astilleros, almacenes, aduanas y oficinas de impuestos del antiguo puerto de Santo Domingo. Llevan el nombre de las Atarazanas Reales.
Construidas de piedras y ladrillos, las Atarazanas Reales también alojaba las primeras viviendas destinadas a las autoridades de la época, encargados de gestionar el Puerto de San Diego y sus almacenes destinados a guardar las mercancías arribadas desde la Corona Española.
Las Atarazanas Reales es el edificio más antiguo de su tipo que aún se conserva en América Latina. Compite en antigüedad y prestigio con las Atarazanas Reales de Barcelona las de Sevilla, y las del Grao en Valencia, España.
Un dato importante y de gran relevancia histórica. El complejo de edificios también albergaba la oficina en Santo Domingo de la Casa de la Contratación, con sede en Sevilla.
Sus fachadas eran sobrias y sin grandes pretensiones. Se les considera las primeras casas de piedra a la versión española de la época construida en el Nuevo Mundo.
Su construcción culminó en el año 1541. La nave central es algo más ancha que las dos contiguas. En el siglo XVIII se añadió el pórtico de entrada con columnas, que sólo da a las dos primeras naves.
Durante la época, las Atarazanas Reales fueron protegidas por la puerta y las murallas y la ronda iba sobre la misma muralla hasta el Palacio de Diego Colón y descendía por rampa hacia la calle Las Damas. En el siglo XVII, la ronda se extendió hasta más allá de Santa Bárbara.
Acotar aquí las embestidas de las huestes de piratas ingleses, franceses y holandeses. Por esa razón la seguridad de los edificios dependía de las altas murallas artilladas con una batería de cañones que inicia en los del barrio de Santa Bárbara y se vinculan con las de la Fortaleza Ozama.
Su reconstrucción consta de varias etapas. La primera reconstruido en la década de 1970. La segunda y tercera se llevaron a cabo en los años 2014 y 2018.
Los datos de las Atarazanas Reales están recogidos en la obra “Banco Popular. Santo Domingo Colonial: Sus Principales Monumentos. Santo Domingo: Banco Popular, 1998”.
Esta sección Bohio seguirá ofreciendo a su lectoría una serie de historias sobre las primeras viviendas en Santo Domingo y sus barrios más antiguos como San Miguel, San Lázaro, Santa Bárbara, San Antón, Calle Las Damas y las situadas en el centro de casco histórico: Arzobispo Meriño, Portes, Luperón y Mercedes.
Conservar los patrimonios nacionales es un deber de todos. Los dominicanos poseemos las primeras edificaciones en esta parte del planeta, por lo tanto, su protección y preservación es una eterna deuda de nuestras autoridades y la ciudadanía.