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Por Johanny Tapia Quezada

  1. Asegúrate de que tu idea tenga sentido:

Una idea de negocio con sentido, debe mejor la calidad de vida de las personas, resolviendo los problemas que tu competencia no ha resuelto, de manera que es importante investigar, indagar, observar, situarnos en el lugar de otros (empatía), apreciar sus dificultades, escucharlos a fin de conocer si verdaderamente nuestra idea tiene sentido. Muchas veces emprendemos desde nuestras necesidades, sin embargo, esto no es suficiente, pues eso que a nosotros nos inquieta, ciertamente puede ser un indicio que hay una necesidad, un problema que puede ser solucionado, pero no es suficiente y es por ello que debemos corroborar con quienes realmente pagarán por nuestros bienes o servicios.

  • Define tu modelo de negocio:

Tu modelo de negocio expresado de manera simple, es la manera como ganarás dinero.

De seguro has leído y escuchado mucho sobre emprender por pasión para que no trabajes ni un solo día de tu vida y ciertamente la pasión es muy importante, sin embargo, por más pasión que tengas cuando lleguen los pagos y el flujo de caja no te alcance afloran las preocupaciones y la desmotivación no se hará esperar y en algunos casos lo que había iniciado con todo el amor del mundo termina agotándote e incluso haciendo que abandones ese proyecto que con tanta pasión iniciaste.

Recuerda siempre “no solo de pan vive el hombre”.

Algunas de las preguntas que debes hacerte para saber si ya tiene un modelo de negocios:

1. Qué problema resuelve empresa?

2. ¿Qué bienes o servicios de manera clara y especifica ofrece?

3. ¿Quiénes están dispuestos a pagar por tus bienes o servicios?

  • Debes poner tu idea en ejecución (lánzate)

Casi siempre dedicamos tanto tiempo a definir estrategias, hacer un plan detallado de negocios, corregir, perfeccionar, hasta que terminamos haciendo nada. Si bien es cierto que es importante planificarnos, solo debemos hacerlo lo necesario y pasar a la acción de inmediato creando un prototipo de nuestros productos o servicios y exponiéndolo al mercado a modo de prueba.

Si, así como lo lees, pasa del plan a la acción.

Por ejemplo: si tu idea de negocio es una repostería, anda prepara pequeñas unidades y sal al mercado a venderlas, entrega pequeñas porciones para probadas gratis, acércate a cafetería, restaurantes y negocios afines y solicítale que te reciban porciones en empaques pequeños para postres con derecho a devolución en caso de venderlas, crea una cuenta en Instagram y Facebook, crea tu página Web y comienza a mostrarlos. El fin es facilitar que el consumidor final pruebe tu producto.

  • Presta atención a la retroalimentación y no trates de imponer tu opinión:

Desarrollar el sentido de la escucha sin hablar es lo mejor que puedes hacer si realmente quieres resolver los problemas de tu público objetivo.

Si ya lanzaste tu producto o servicio es importante que permita que sea el cliente que resalte tu producto y aproveches para hacer los ajustes que sean necesarios para cuando vayas a exponer la versión definitiva, no importa cuánto promueva que tu producto es el mejor y que no hay competencia para ti si el que va a pagar por el opina lo contrario.

  • Lanza la versión definitiva

Si finalmente has comprobado que tus productos tienen el nivel de aceptación esperado, lanza la versión definitiva, ¡¡¡¡enhorabuena!!!  ya si puedes decir que tienes un modelo de negocio. Finalmente puedes hacer tu plan de negocio, establecer tus metas, abrir un local si es lo que deseas.

Co-fundadora de @FTANEGOCIOS

Licenciada en contabilidad con 15 años de experiencia en el área financiera

Master en auditoría integral y control de gestión

Docente universitaria

Conferencista

Apasionada de la enseñanza y el crecimiento personal

johannyt9@gmail.com