Alza de precios y pérdida del poder adquisitivo se tragan las posibilidades.
SANTO DOMINGO.- Dos representantes de los sectores de la construcción e inmobiliario advirtieron ayer que el alza en los precios, junto a la reducción del poder adquisitivo, frenan la posibilidad de que la mayoría de dominicanos residentes en el país, puedan acceder a una vivienda de bajo costo.
El ingeniero Rafael Durán afirmó que actualmente el sector atraviesa “uno de sus peores momentos” desde la entrada en vigencia de la Ley 189-11 sobre fideicomiso. Señaló que el costo de construcción ha aumentado a niveles que vuelven los proyectos inaccesibles para el público objetivo de bajo costo.
Explicó que en los últimos años los materiales han registrado incrementos constantes, mientras la mano de obra continúa elevándose debido a la escasez de trabajadores especializados. Este escenario, precisó, ha encarecido de manera considerable el precio final de las unidades.
Durán indicó que estos aumentos coinciden con un estancamiento del poder adquisitivo. Profesionales como maestros, enfermeras y médicos sin consultorio continúan percibiendo salarios similares a los de hace ocho años, reduciendo su capacidad para optar por un financiamiento de largo plazo.
El ingeniero aseguró que cerca del 70 % de los compradores de bajo costo corresponde hoy a dominicanos residentes en el extranjero, debido a que una parte importante de la población local ha perdido capacidad de pago.
Dificultades para comprar y freno en las ventas
Alenny Garabito, asesora inmobiliaria experta en ventas de viviendas de bajo costo, coincidió en que el mercado ha cambiado de manera drástica. Explicó que, aunque el tope del bajo costo ha aumentado desde los RD$2.3 millones iniciales hasta superar los RD$5 millones, losingresos de los potenciales adquirientes no han crecido al mismo ritmo.
Señaló que para adquirir un apartamento bajo este esquema, una persona o pareja debe generar ingresos combinados superiores a RD$100,000 o RD$120,000 mensuales, lo cual deja fuera a una amplia parte de quienes en teoría conforman el público objetivo.
Indicó que muchos interesados ganan entre RD$30,000 y RD$60,000 y no califican para créditos hipotecarios, lo que ha reducido la demanda. Agregó que el costo del inicial también representa un obstáculo, porque las familias deben seguir pagando alquiler al tiempo que tratan de completar el aporte requerido
La asesora explicó que, aunque programas como “Familia Feliz” sirven como alternativa para ingresos más bajos, la oferta disponible sigue siendo insuficiente para cubrir la demanda real del mercado.
Garabito afirmó que las ventas se han ralentizado incluso en zonas que antes mostraban dinamismo, como Villa Mella y Bajos de Haina. Dijo que algunos proyectos fuera del tope del bajo costo han mantenido mejor ritmo, debido a que su público tiene mayor capacidad de compra.
Retrasos en aprobaciones y migración hacia otros segmentos
El ingeniero Durán agregó que la lentitud en la obtención de permisos también ha profundizado la caída del segmento. Indicó que, aunque los procesos vinculados al MIVHED avanzan con normalidad, otras instituciones como Medio Ambiente, INAPA, las alcaldías y Mitur presentan demoras significativas.
Sostuvo que estas tardanzas retrasan la ejecución de proyectos y aumentan los costos financieros, lo que desincentiva a los constructores a mantener su enfoque en viviendas de bajo costo.
Ambos profesionales destacaron que la situación exige medidas coordinadas entre el sector público y el privado, con el propósito de garantizar que las familias dominicanas puedan acceder a una vivienda digna en condiciones viables.
