La intención es que la megaconstrucción se convierta en un referente tecnológico, con agricultura vertical, taxis aéreos, tren de alta velocidad, asistentes robóticos o incluso siembra de nubes.
El proyecto emprendido a mitad del desierto de Arabia Saudí para construir el mayor edificio del mundo fue puesto en marcha en octubre del pasado año. Se trata de una megaconstrucción que tendrá capacidad para 9 millones de personas, 500 metros de altura 170 kilómetros de longitud.
Un comunicado de la empresa el pasado año, sostiene que a diferencia de las ciudades tradicionales, The Line funcionará con energía 100% renovable y priorizará la salud y el bienestar sobre el transporte y la infraestructura. Los diseños aportan las características más importantes de la ciudad, que tiene 200 metros de ancho, 170 kilómetros de largo y se eleva 500 metros sobre el nivel del mar, cubriendo un área de 34 kilómetros cuadrados.
La pequeña huella de The Libe contribuirá a conservar el 95% de la tierra y apoyará la sustentabilidad ambiental.
«The Line es una revolución de la civilización que pone a los humanos en primer lugar, brindando una experiencia de vida urbana sin precedentes mientras preserva la naturaleza circundante. Redefine el concepto de desarrollo urbano y cómo deberían ser las ciudades del futuro», plantean sus promotores.
La intención es que la megaconstrucción se convierta en un referente tecnológico, con agricultura vertical, taxis aéreos, tren de alta velocidad, asistentes robóticos o incluso siembra de nubes, reseña una publicación del periódio El Debate.
El diseño de The Line, dicen sus promotores, se basa en un nuevo concepto de ‘Urbanismo de Gravedad Cero’, que es la idea de estratificar las funciones de la ciudad verticalmente mientras permite a los habitantes moverse sin problemas en la ciudad en tres direcciones: arriba, abajo y transversalmente.
Este concepto facilita la movilidad por toda la ciudad, ofreciendo un rápido acceso a oficinas, escuelas, parques e instalaciones residenciales. El diseño modular único de The Line garantiza que se pueda acceder a todas las instalaciones y servicios en cinco minutos a pie.
Esta megaedificación consistirá en una especie de muralla gigantesca, uniformemente forrada de espejo, que atravesará el desierto hasta llegar a orilla del Mar Rojo. En el interior de esta muralla, aislados en un ambiente climatizado, con grandes áreas arboladas, lagos y todo tipo de establecimientos y servicios, vivirán los residentes.

Es un plan sin precedentes, especialmente si lo comparamos con ciudades reales. Sus propulsores citan muros de 500 metros y el Empire State tiene 381, de 9 millones de habitantes y Madrid tiene 3; de 170 kilómetros, más distancia de la que hay entre Sevilla y Málaga. Y prometen recorrerla en 20 minutos.
El príncipe heredero Saudí, Mohammed bin Salman, que también es presidente del consejo de administración de la empresa Neom, concibe esta urbe de enormes dimensiones como una demostración del futuro sostenible por el que apuesta su país. “Son necesarias nuevas e imaginativas soluciones para hacer frente a las crisis de habitabilidad y medioambientales que afrontan las ciudades de nuestro planeta”, expuso.
El agua saldrá gracias a la construcción de enormes plantas potabilizadoras, que llevarán el líquido desde el Mar Rojo hasta los residentes.
Según imágenes difundidas por el Masachusets Intitute of Tecnology (MIT), se han excavado ya cerca de 26 millones de metros cúbicos de tierra y rocas. En la zona hay 425 máquinas excavadoras y 650 vehículos en una base de construcción que cuenta con piscinas y canchas de fútbol.

Fuentes: Página Neom/El Debate/As.com.