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Eso quiere decir que en los diseños de puentes y de carreteras hay que considerar el evento hidrometeorológico máximo probable que se pueda producir bajo una vaguada, una onda tropical, una tormenta o un huracán”.

SANTO DOMINGO.- Desde el huracán David en 1979 hasta la época actual los eventos hidrometeorológicos han generado fallas en unos 300 puentes en toda la geografía nacional. Osiris de León, ingeniero geólogo, considera que en consecuencia en República Dominicana se hace necesario redefinir el criterio constructivo de los mismos.  

“En tres aspectos fundamentales: Los cimientos del puente no deben ser susceptibles de erosión, el tablero del puente siempre tiene que estar más alto, en el nivel más alto que pueda tener el rio con la crecida máxima probable; y los aproches del puente no deben ser de arena, arcilla, ni de grava fina, deben ser construidos con bloques grandes de rocas de por lo menos un metro cúbico cada uno que no sea susceptible a la erosión por crecida”, recomienda el experto.

Osiris de León. (Fuente externa).

De León entiende que los datos pluviométricos de los distintos eventos que ha vivido la nación dominicana ayudan a establecer cuál es la cantidad máxima de lluvia que puede caer y el máximo que puede transitar un rio o un arroyo donde se va a construir un puente.

“El diseño de un puente tiene que responder a dos variables importantes: la cantidad de agua que pueda transitar a través de la sección transversal de ese rio o ese arroyo y la característica de los materiales que van en su cause, porque la grava, la arena y la arcilla son materiales susceptibles de erosión, la roca no; en consecuencia cuando se va a diseñar un puente en una zona donde en el lecho del rio lo que hay es grava, arena, o arcilla lo recomendable es que las bases de ese puente estén apoyadas sobre pilotes de forma tal que con la crecida máxima probable la concavación no desnude sus cimientos”, sugiere de León.

Abunda en que muchos de los puentes que fallan en la República Dominicana lo hacen por erosión de sus aproches, “que son las conexiones entre el tablero y la carretera, entonces hacen el tablero que queda muy corto quedando dentro del cauce del rio para economizarse 4 o 5 metros de cada lado, pudiendo hacer tableros más largos que salgan del cauce del rio y de esa manera se reduce la posibilidad de la reducción del tránsito cuando hay crecida”.

«Porque desde el hiuracán David hastae el presente los eventos hidrometeorológicos que hemos tenido nos han hecho fallar unos 300 puentes. Cuando George todos los puentes de la zona Sur del país desde Azua, Barahona, incluyendo San Juan de la Maguana se fueron, cuando la tormenta Jeanne el tablero del puente sobre el rio Chavón fue arrastrado, cuando la tormentan Olga y Noel el de San Cristóbal, Bonao, y Maimón colapsaron, todo eso nos indica que hay que redefinir el criterio constructivo de los puentes», enfatiza el geólogo.

Explica que República Dominicana es un territorio insular tropical que llueve torrencialmente cada año entre mayo y noviembre, con un patrón muy heterogéneo con zonas de alta y baja pluviometría donde pueden caer cerca de tres mil milímetros de lluvia por cada metro cuadrado, y en otras donde apenas caen 300 y 400 milimetros de lluvia por metro cuadrado.

“Eso quiere decir que los diseños de puentes y de carreteras hay que considerar el evento hidrometeorológico máximo probable que se pueda producir bajo una vaguada, una onda tropical, una tormenta o un huracán”.

Osiris de León considera que el país repite la historia porque no ha tomado en cuenta que para diseñar un puente  se considera el peor escenario y no el escenario normal, especialmente en una región tropical como la nuestra donde en cualquier momento se tiene un huracán. “Entonces el reglamento de construcción debe considerar como aspectos número uno situaciones de tormenta y huracanes”.

Puente de Pontón

A Osiris de León le parece que el puente Pontón en La Vega, debió ser demolido el mismo día que el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) identificó que había un asentamiento de su cimiento, porque cuando un puente está apoyado sobre arcillas como es su caso, si la carga del puente que se transmite a la zapata es superior a la carga que resiste el suelo, el suelo se asienta o coge presión.

“Pero puede ser también un efecto de erosíon por lluvia o puede ser un efecto de disolución por algo que llamamos suspensión coloidal, la arcilla entra en suspensión coloidal en presencia del agua y se va, por eso vemos el rio sucio cuando llueve, porque arrastra arcilla que a su vez entra en suspensión coloidal, simula que se disolvió, entonces pierde volumen y al ocurrir eso la estructura que está encima termina fallando”.

Muelle de Miches

Explica que cuando se diseña una estructura portuaria también hay que considerar el máximo huracán que usted pueda tener en la zona. “Considerar uno categoría 5 en base a eso considerar el oleaje anormal que se produce en la franja costera y cómo este oleaje impactaría esa estructura”.