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«Los complejos hoteleros a gran escala y de tipo “todo incluido” dominan el sector, creando enclaves de actividad económica que resultan en un “monocultivo” de productos turísticos, con posibles repercusiones negativas sobre la resiliencia del sector frente a los shocks y su competitividad a largo plazo».

SANTO DOMINGO.- El estudio “Habilitar el camino para el desarrollo de ciudades y territorios prósperos: estudio de urbanización y de desarrollo territorial de la República Dominicana”,  plantea maximizar los beneficios territoriales indirectos a través de medidas orientadas a conectar mejor los destinos turísticos del país y trabajar en su diversificación.

“La falta de diversificación y la elevada estacionalidad del sector turístico impiden que este utilice plenamente su stock de capital (ocupación de camas de hotel) y reduzca su capacidad para generar puestos de trabajo de calidad”, sostiene el documento.

El informe llevado a cabo por las especialistas del Banco Mundial Paula Restrepo Cadavid y Diana Tello, sugiere que los sectores público y privado trabajen de la mano para apoyar la diversificación turística a través de iniciativas territoriales coordinadas a lo largo de los circuitos turísticos.

“Por ejemplo, permitiendo el establecimiento de oficinas para la gestión de destinos y apoyando el desarrollo de productos turísticos diversificados”, sostiene el informe que contó con el apoyo financiero de la Unión Europea y el Fondo Mundial para la Reducción y Recuperación de Desastres (GFDRR).

Sostiene que los complejos hoteleros a gran escala y de tipo “todo incluido” dominan el sector, creando enclaves de actividad económica que resultan en un “monocultivo” de productos turísticos, con posibles repercusiones negativas sobre la resiliencia del sector frente a los shocks y su competitividad a largo plazo.

La investigación da cuenta que las ciudades y los polos turísticos dominicanos adolecen de una adecuada calidad de vida para fomentar la competitividad y que el acceso y la calidad de los servicios básicos (electricidad, agua y saneamiento, y recolección y disposición segura de residuos) siguen rezagados en las grandes áreas urbanas y polos turísticos.

“La mala calidad de los servicios públicos y de la infraestructura también obstaculiza la eficiencia y productividad del entorno empresarial en todos los sectores económicos. La insuficiencia de los servicios básicos impacta en el negocio turístico, reduce su competitividad y lleva a una degradación ambiental que amenaza a los principales activos del sector”.  

Urbanismo sin planificación

El estudio determinó que las áreas urbanas están creciendo de forma no planificada y desorganizada, con escasa conectividad inter e intraurbana, lo que limita la capacidad del país de lograr un nivel mayor de productividad.

“La mayoría de las ciudades dominicanas crece de manera dispersa y desorganizada y muestra niveles bajos a moderados de conectividad vial interna, obstaculizando su desempeño económico. De hecho, los centros urbanos de la RD parecen tener un desempeño (en términos de productividad económica) menor al de ciudades similares alrededor del mundo y de América Latina, y permanecen muy lejos de la frontera de la productividad”.

En ese sentido, se recomienda una mejor gestión del crecimiento urbano para reducir la congestión y maximizar los beneficios de la aglomeración

Cita el informe que también está teniendo lugar un grado importante de urbanización en la franja costera y en áreas propensas a inundaciones, elevando la exposición del país a eventos naturales.

“Más de un cuarto de la superficie construida entre 1995 y 2015 tuvo lugar a menos de tres kilómetros de la costa. Si bien no hubo inundaciones costeras de magnitud en los últimos años, el cambio climático y la erosión costera incrementarán la probabilidad e impacto de estos eventos”.

Plantea que los activos construidos de la RD también se concentran en unos pocos lugares, la mayoría de ellos urbanos. “La concentración de activos construidos, así como su alto nivel de vulnerabilidad —agravado por una exposición significativa a terremotos, huracanes e inundaciones—, podría derivar en pérdidas importantes y revertir parte de los logros en materia de desarrollo de las últimas décadas”.

El estudio fue presentado esta semana por el Banco Mundial y el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPYD).