Una palabra clave para mantener el barco a flote. TOLERANCIA, responden en mayúscula.
SANTO DOMINGO.- Él paseaba por el parque en bicicleta, la vio junto a unas amigas charlando, dio vuelta atrás, se acercó y sin reparos le vaticinó que se casaría con ella. Ella, asombrada pensó que se trataba de un loco de los que debían estar ingresados en el hospital psiquiátrico.
El nuevo «loco» se marchó sin palabras, no pidió el número de teléfono como ella esperaba, lo que ahondó aún más la percepción de locura total sobre el desconocido recién aparecido. No hizo falta, él es un hombre determinado que sale a buscar lo que quiere. A los pocos días empezaron a llegar los detalles y las llamadas de conquista. A los dos meses se casaron y el 20 de este mes celebrarán doce años de matrimonio.

Omar Tejada y Diana Reinoso, líderes de Inmobiliaria Grupal, ya eligieron la canción que bailarán en su renovación de votos. Probaron que nacieron el uno para el otro y desean revivir el momento mágico de un sí infinito.
La seguridad de un ser humano que sabe exactamente lo que quiere y lucha por ello, unido al carácter decisivo, es la más grande cualidad que Diana admira de su esposo, padre de Jhansel Gabriel y Jean Carlos, los dos retoños procreados por la feliz pareja.
Para Omar, Diana llenó sus expectativas: conservadora, madura, con objetivos claros y afines con sus planes. “Me imaginé de inmediato una vida con ella”, narra el buen conquistador.
Una docena de años juntos, dos hijos, compartir espacio laboral ¿y la chispa sigue encendida?.. ”Lo logramos evitando que la rutina nos absorba, haciendo cosas espontáneas juntos y solos, sin mucha planificación, nos embullamos con cualquier cosa. Bebernos un traguito mientras Omar toca guitarra, chismeamos bastante entre nosotros…..”.

Trabajan juntos. Ella es la administradora de Grupal, él su CEO; casi siempre viajan uno al lado del otro, exploran, cocinan, cantan en el karaoke, van en equipo al súper, remodelan los espacios, caseros y de oficina en total consenso. “Y si seguimos, no paramos”….

Medio día es su hora de reencuentro, siempre almuerzan juntos y “aprovechamos para tratar temas de la casa y la familia. Después de las 8pm tiempo de nosotros”. Omar es de la escuela del romanticismo, Diana no pierde de vista que su marido le gusta sentirse atendido, es sencillo en sus gustos, pero le fascina un almuerzo bien servido. A su coquetería femenina, le añade sorprenderlo regalándole cosas que le gustan y que por falta de tiempo él no suele salir a comprar.
Una cita con un buen recuerdo lo ubican dentro de su corto noviazgo. Ella salía muy tarde de sus ensayos de danza y Omar la había invitado a cenar, pero el restaurant mexicano al que la llevaría cerraba temprano. Omar le dijo que pasara por su casa al salir de su clase a buscar algo y cuando llegó la sorprendió, había comprado la cena del restaurant, preparó la mesa, incluyendo velas hasta en el techo del carro.

Otro, su paseo a Bahía de las Águilas. “Decidimos irnos a explorar el sur. Preparé la maleta y el bulto de playa y le digo a Omar que lo monte en el vehículo. Emprendimos el viaje a las 4:30pm aprox. después de atender unos clientes y nos cogió la noche en el camino. Cuando llegamos el hotel estaba lleno y nos cancelaron la reserva, así que nos fuimos en dirección a Pedernales, nos paramos en una cabaña que encontramos en el camino, que la puerta ni cerró bien por lo chiquita que era y lo grande del vehículo, entonces casi no dormimos y seguimos a las 5am y vinos el amanecer más hermoso. Cuando llegamos a Bahía, Omar había dejado el bulto de playa con las toallas, sombreros y protector solar, así que ese fin de semana, nos perdimos, sin señal y sin protección del sol. Fue casi como Adan y Eva”.

La controversia de las fechas festivas lo resuelven invitando a su casa ambas familias en navidad y los días del padre y la madre nos levantamos temprano y hacemos recorrido por las casa de todos.
Una palabra clave para mantener el barco a flote. TOLERANCIA, responden en mayúscula; su palabra mágica “Puestos de acuerdo”. !Felíz día de San Valentín!.