En el caso de que ocurra un fuego en las torres tampoco se tienen las soluciones porque en el país no existe agua, escaleras, bomberos ni forma para afrontar los verdaderos desastres de fuego como se ven en la ciudad de New York y otras ciudades.”. Branno Martínez.
SANTO DOMINGO.- El desborde de problemas en sus servicios que afronta el Distrito Nacional, se debe al hecho de que sus autoridades no prepararon la ciudad para el vertiginoso crecimiento que ha experimentado en las últimas décadas, según expone Branno Martínez arquitecto y urbanista.
Su parecer es que el polígono central de la capítal dominicana debe “ralentizar su crecimiento” y abocarse a un plan urgente de mejora y fortalecimiento de sus servicios, de manera que puedan dar respuesta a eventos, como el ocurrido el pasado viernes, con las torrenciales lluvias que desbordaron la ciudad, ocasionando hasta el momento ocho muertes e incalculables daños materiales.
“La realidad es que la ciudad, los ayuntamientos, Obras Públicas, la CAASD, ninguna de las instituciones del gobierno han dado respuesta al crecimiento vertiginoso que se ha dado en la capital”, asegura el experto.
Opina que las empresas constructores cumplen con las regulaciones que les exigen las entidades gubernamentales, pero que muchas normas han sido tomadas como medidas emergentes y no dan resultados porque no fueron creadas para recibir ese gran crecimiento.

Citando el caso de los parqueos muchos de los cuales se inundaron durante el diluvio del pasado cuatro de noviembre, dijo que es porque la capacidad de agua que llega rebasa los cálculos.
“El problema es que cuando antes una casa había una sola familia, ahora hay 20 ó 30 apartamentos y ese altísimo desarrollo que está teniendo una ciudad que no ha preparado sus servicios para dar recibimiento al mismo”, insistió.
Entiende que las ciudades deben tener capacidad de respuesta a fenónemos que aunque no ocurren diariamente, pueden aparecer. “Hay que poner claro que un fenómeno natural como este no se da todos los días y todos los años, es un fenómeno muy especial y focalizado, y de manera eventual puede darse el desarrollo de fenómenos como ese, igual que huracanes y terremotos, pero en general ese efecto en ingeniería y otras áreas se llama resiliencia que es la capacidad de resistencia o de soportar los diferentes eventos y fenómenos, pero la ciudad no está preparada para nada”, expuso el urbanista.
Añade que en el caso de que ocurra un fuego en las torres tampoco se tienen las soluciones porque en el país no existe agua, ni escaleras, tampoco bomberos ni forma para afrontar los verdaderos desastres de fuego como se ven en la ciudad de New York y otras ciudades.
“Desde mi punto de vista la gran recomendación es que ese super desarrollo debe detenerse o meditarse un poco, ralentizarlo porque realmente lo que habría que hacer es abocarse urgentemente a un plan de emergencia para arreglar los acueductos, las aguas negras, las cloacas, el sistema de electricidad, el tema de las plantas eléctricas que contaminan el ambiente y la recogida de basura que fue una de las causas por la que se desbordó la ciudad”, sostiene Martínez.
Con relación a la basura dijo que el colapso ocurrió porque los desperdicios no tienen un orden establecido claro para recogerse. “Mucha gente rompe la funda de basura para ver lo que encuentra, los perros en las calles, si no la recogen se acumula como se acumulan los problemas”.
Opina el arquitecto que el desarrollo de la ciudad de Santo Domingo ha traído un altísimo crecimiento especialmente en altura, ha aumentado el número de construcción de apartamentos y viviendas y todo eso multiplica igualmente la demanda y los problemas de la ciudad.