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Un agente inmobiliario es mucho más que un vendedor de propiedades inmobiliarias. Atrás quedó el antiguo concepto de agente inmobiliario como simple vendedor de una propiedad. Hoy día para serlo, es necesario contar con cualidades humanas, además de experiencia y conocimientos teóricos de la profesión.

Así, se convierte en un agente que coordina personas y conjuga diferentes campos. Es el que con una naturaleza parecida a la de un director de orquesta, coordina diferentes actores para hacer realidad una transacción de éxito.

Un agente convertido en un asesor inmobiliario combina muchas facetas: abogado, vendedor, arquitecto, analista, negociador, coach…Y en ocasiones hasta psicólogo, ya que el proceso puede ser un auténtico rompecabezas para el comprador y vendedor.

Es el responsable de llevar la transacción y venta de una propiedad inmobiliaria entre las partes implicadas: comprador, vendedor, bancos, administraciones del gobierno….etc. Así como todo el proceso burocrático, legal y económico de por medio.

Además se puede encargar de otras áreas como dirigir, gestionar, rentabilizar una empresa inmobiliaria, elaborar el plan de negocio inmobiliario, planificar la promoción de la marca y del catálogo de propiedades y muchas otras responsabilidades afines.

Te damos 8 claves para ser un buen asesor inmobiliario de éxito

Un buen asesor inmobiliario no tiene miedo de vender. Con el conocimiento del mercado y la situación, unas buenas capacidades interpersonales y de negociación se perfecciona el oficio. ¿Lo más importante? La pasión por el trabajo, y sobre todo, por las personas.

  1. Cualidades personales

Un buen asesor inmobiliario es optimista, constante y sabe escuchar. La transacción de una propiedad conlleva momentos más difíciles donde no hay que tirar la toalla.

2. Motivación y visualización

Es importante visualizar los éxitos que se quieren conseguir y creer en ellos, siempre manteniendo los pies en la tierra. La motivación es la clave para insistir en la ejecución de la venta, que muchas veces se pierde por rendirse antes de tiempo.

3. Habilidades interpersonales

El contrato de confianza es lo más importante entre el agente y el comprador o vendedor. El trabajo claro y honesto es la mejor herramienta para efectuar la venta y ganarse la confianza del potencial comprador. Por ello, es importante centrarse en la persona y no el inmueble que se vende. Al fin y al cabo se trata de conseguir la casa de los sueños para el comprador.

4. Capacidad de adaptación y renovación

Es imprescindible que el asesor sepa adaptarse a un mercado tan cambiante como es el inmobiliario, tras determinadas crisis muchos se desmotivan se retiran.

Una de las innovaciones más importantes que presenta el mercado inmobiliario es la aparición de la era digital y las redes sociales. Hay que adaptarse y entenderlas de la mejor manera posible ya que, al interconectar a los actores, proporcionan resultados interesantes.

5. Prospección inmobiliaria

Para poder ampliar la red de clientes es importante llevar a cabo prospecciones inmobiliarias, es decir, estudiar las posibilidades futuras del negocio.

6. Negociación

Este elemento es clave en un asesor, junto con las otras cualidades construye un asesor integral e independiente capaz de llevar a cabo cualquier transacción. A la hora de llevar a cabo una negociación es importante escuchar a las diferentes partes y ser capaz de traducir sus necesidades en resultados negociables.

7. Conocimiento del área donde se vende

Dicen que hay que vender la zona y no el ladrillo. Por ello hay que conocer la zona e integrarla en la vida del cliente para responder a sus necesidades. La vivienda y su distribución interior es importante, pero no hay que olvidar que se integra en un entorno importante para el comprador.

8. Formación

Y la parte fundamental, la que se necesita para crear un asesor inmobiliario de éxito: una buena formación que complemente las claves mencionadas anteriormente.

Fuente: Inmobiliaria al día.