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El día a día es una nueva e inigualable experiencia que hacemos que todo fluya, aunque observan siempre que lo más importante es saber diferenciar tiempo de negocio y tiempo de familia.

SANTO DOMINGO.-“Nuestra familia es la columna vertebral de todo cuanto nos proponemos. Con Dios como nuestra primera prioridad, nuestros hijos se vuelven el ancla que nos motiva a dar nuestro ciento por ciento con esmero, para dejarle nuestra acción y pasión como legado”. Así responden los esposos Gemma Morrobel & José Acevedo de la Inmobiliaria Techo Feliz.

La Inmobiliaria de las Terrazas, como le llaman sus fundadores tiene su estampa: “Con un alto grado de familiaridad y el disfrute en familia nos hemos especializado en la venta de inmuebles con terrazas, casas y penthouses, con 20 años en el sector.

Junto a sus hijos José Alejandro, José Alberto y José Andrés de 20, 18 y 11 años; a esta familia le gusta tomar decisiones consensuadas. Dicen que ya sus hijos son voz y voto dentro del negocio. «Hicimos de nuestra familia un proyecto de vida donde la integración de ellos al sector inmobiliario ha ido acrecentado al pasar de los años motivados por la contagiosa  pasión que reflejamos, han hecho de cada negociación una decisión propia al formar parte de la misma, sólo hay que ver la satisfacción que ellos reflejan cuando nuestros clientes reciben su Techo Feliz”.

No hay amenaza en trabajar juntos porque el día a día es una nueva e inigualable experiencia que hace que todo fluya, aunque observan siempre que lo más importante es saber diferenciar tiempo de negocio y tiempo de familia.

“Cuando los ánimos se cabildean lo más elocuente es el equilibrio de que uno se altera, el otro mantiene la calma, hasta que todo vuelva a su cauce, fluya y continuemos. No negociamos la armonía, el inmenso amor que nos profesamos y muy sobre todo el respeto, que no importa edad ni años de experiencia de todos y cada uno podemos aprender, adaptarnos y  aceptar los cambio propios del nuevo mundo”.