“Para mi es fácil, soy apasionada con mi trabajo, pero cuando terminó la jornada me conecto de inmediato con la familia, soy de las que piensa que cada espacio tiene su momento”.
SANTO DOMINGO.- Bélgica Brito, Pamela Caro Brito y Francis Brito pertenecen a la agencia Best House Realty, una compañía que despegó hace cerca de dos años, bajo la tutela de dos emprendedoras, que desafiando retos, apuestan cada día al mercado inmobiliario. Bélgica, junto a Rita Castillo, son las capitanas. La primera es madre de Pamela y tía de Francis y nos comparte sus reflexiones sobre la familia, junto a sus descendientes.
Para Bélgica Brito que lleva 20 años ligada al mercado inmobiliario la familia “es el motor de mi vida y el que nunca se apaga, cada día doy gracias a Dios por la familia que me ha tocado”. Para Pamela “mi familia es una parte muy importante para mí, si no tuviera, no tendría respaldo para mis acciones. Creo que la familia es la fundación de todas las cosas, es prácticamente todo para mí y estoy muy agradecida de tener una a pesar de que no somos perfectos”. “Familia es sinónimo de apoyo, lealtad, amor incondicional y primera amistad. Es ese núcleo en el que se empieza a ver el verdadero significado de confianza, por lo menos en mi caso, mi familia se ha convertido en mi mejor aliada, cómplices y compañía y no solo dentro de lo nuclear”, considera Francis.

Observan la ventaja de trabajar juntos en familia así: “Tiene la ventaja de aprender a valorar sus habilidades, compartiendo cada meta, debatiendo diferencias y sobre todo te ayuda a crecer juntos trabajando con un mismo fin, poniendo en función cada valor humano que se inculcaron en nuestra familia”, responde la madre/tía. Para la nóvel agente que inició su carrera junto a la apertura de la compañía, la confianza, el respeto y las visiones pueden ser más grandes laborando juntos. Francis entiende que son muchas “empezando por la oportunidad, trabajar en familia ya te da una ventaja y es conocer de antemano con quienes estamos lidiando, te prepara para saber basándose, en su educación, como diferenciar el trato que separe lo laboral con lo familiar y no interrumpir la armonía ni la relación”.

El trio Brito sabe diferenciar el trabajo de lo personal: “Para mi es fácil, soy apasionada con mi trabajo. pero cuando terminó la jornada me conecto de inmediato con la familia, soy de las que piensa que cada espacio tiene su momento”, dice la capitana. Pamela respeta el espacio de trabajo; mientras Francis considera que “todo se queda detrás de las puertas de la oficina, todo lo que ocurre dentro debe quedar ahí, gracias a Dios, con los miembros de mi familia con los que estoy laborando ahora tenemos una complicidad incomparable que nos permite sabernos comunicar, de una forma que no nos afecte en ambos ámbitos”.

A las familias en situaciones de crisis les recomiendan no enfocarse solo en sí mismo, aprender a ayudar a cada miembro de la familia, seguir con las actividades cotidianas familiares, reunirse, debatir temas, escuchar sus alegrías y sus miedos para así poder encontrar soluciones juntos, “canta baila, sonríe, nada es imposible”. La joven Pamela los invita a ser pacientes, hablar las cosas y apoyarse unos a los otros; Francis les hace un llamado a fomentar una buena comunicación.