SANTO DOMINGO.- El aumento de salario del 24%, dispuesto por el gobierno la pasada semana para favorecer a trabajadores de la construcción ha generado opiniones encontradas entre quienes entienden que se trata de una medida justa, pero inoportuna, dada la ruta crítica que ha atravesado en los últimos años ese sector que desde la aparición de la COVID-19, no ha encontrado el freno a las eventualidades.
Si bien es cierto que la pandemia revolucionó el renglón construcción de manera escandalosa por el reposicionamiento de la vivienda como una necesidad perentoria, no menos real es que no escapó al aluvión covidiano de la crisis que desató en la economía mundial.
El incremento significativo de los contenedores, junto a la era de la pandemia, arrastró numerosas e indetenibles alzas en la mayoría de los materiales de construcción; situación a la que se suma la guerra entre Rusia y Ucrania y sus devastadoras consecuencias, dado que se trata de países abastecedores del rubro de las edificaciones.
El presidente de la Asociación de Agencias y Empresas Inmobiliarias (AEI), Alberto Bogaert, considera que no fue un buen momento para disponer el aumento. “Los trabajadores de la construcción son parte importante del éxito de los proyectos y el aumento en cuestión es más que justo pero debo admitir que no es el momento ideal”, significó.
Gremios del área como Copymecon consideraron que no era el momento para un incremento, tomando en cuenta los factores de riesgo existentes en el sector, frente a la guerra entre Rusia y Ucrania y una serie de situaciones desencadenadas que han colocado en situación de vulnerabilidad al sector.
Dominicanizar la mano de obra
Una de las expectativas que se desprenden del aumento salarial es que la mano de obra dominicana se motive a formar parte del renglón de la construcción dominado por ciudadanos haitianos.
“Definitivamente un sector que está dominado por mano de obra extranjera un aumento de salario pues podría ser un gran estímulo para que dominicanos se interesen por trabajar en el sector”, entiende Eliseo Cristopher, presidente de la Confederación Dominicana de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas de la Construcción, (COPYMECON).
Para Rafael Durán de Inversiones SBDS no hay forma de sustituir esa mano de obra a corto plazo. “No hay trabajadores dominicanos cualificados en las cantidades que se necesitan para sustituir los haitianos”, asegura.
Alberto Bogaert considera que solo el tiempo dirá si los dominicanos se involucrarán en la labor de mano de obra ya que el salario es más competitivo.
Cristopher abogó por rescatar la mano de obra, afirmando que “Ahora puede haber una movilidad a favor de la mano de obra dominicana”. Entiende que debió tomarse en cuenta el inicio de una política dirigida a su rescate para los dominicanos. En el país 421,873 personas trabajan en el sector construcción.
¿Qué gana un trabajador de la construcción?
“Los precios son muy variables. Casi no tenemos esos trabajadores por día. Tenemos maestros ajusteros que a su vez tienen esos trabajadores bajo su nómina. Por ejemplo, yo tengo un maestro de albañilería, este a su vez tiene sus albañiles que sí trabajan por día con el y le pagan entre 1500 y 2000 por día. Los mismo tengo un maestro de plomería que a sus plomeros le paga entre 1400 y 1800 por día. Lo mismo el electricista”, explica Durán de SBDS.
En el caso del pintor, sostiene, que es un ajuste por casa o edificio, “pero todos muy bien pagos”, afirma, tras asegurar que el 80% de ese dinero se va a Haití.