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SANTO DOMINGO.- Para Indhira Desangles el mercado de bienes raíces comercial y corporativo estuvo “bastante bueno en el 2022, porque fue absorbiendo las propiedades de los proyectos construidos en años anteriores”, aunque sostiene que el inicio de nuevas construcciones en ese nicho estuvo limitado.

La experta en bienes raíces comerciales y corporativo asegura que durante el pasado año dicho mercado estuvo lo suficientemente activo, colocando, revendiendo y alquilando los inmuebles que se habían dejado de mover, debido a la pandemia.

Al evaluar para El Inmobiliario el desenvolvimiento durante el pasado año, Desangles asegura, sin embargo, que en cuanto a proyectos nuevos “no  ha habido tantos, sino que se terminaron o se están terminando aquellos que estaban en proceso de construcción”.

La experimentada asesora inmobiliaria sostiene que de las plazas comerciales y edificios corporativos entregados, cada día queda menos inventario disponible para alquilar y vender.

 Pese a que el pasado año el renglón construcción disminuyó significativamente, debido a una serie de factores como la inflación y el alza en los materiales de construcción, Desangles considera que en el mercado donde ella se desenvuelve “no ha habido desaceleración, sino que veo que está en continuo crecimiento”.

Observa que en los proyectos corporativos clase A en el polígono central, no hay mayores novedades, pero que todo lo que está saliendo está movido entre ventas, reventas y alquileres.

Al proyectar el 2023 asegura que donde hay varios proyectos comerciales en carpeta para este año es en Santiago, Punta Cana y Santo Domingo Norte, Este y Oeste de grupos ya consolidados como el Grupo Patio y Paseo, que han ido cada vez más creciendo.

Naves industriales

Desangles opina que donde podrían llegar “nuevos jugadores”, es en el área de naves industriales, parques logísticos  y de zonas francas. “Ahí ha habido un crecimiento bestial como país estamos muy consolidados todos los parques de zonas francas y naves están llenos, no hay disponibilidad”.

En ese sentido motiva a quienes posean terrenos y tengan en agenda proyectos de nave a que  es el momento de arrancar porque incluso los precios han subido.

“Estamos en el precio de prepandemia, porque había bajado un poco y ya subimos y en cuanto a las naves se rentaban antes en cinco dólares, ahora una nave buena ya no se consigue por menos de 6 a 7 dólares por metro”, explica Desangles.