SANTO DOMINGO– Dos ingenieros del sector construcción dominicano rechazaron ayer las afirmaciones del estudio publicado por el Instituto Nacional de Migración de la República Dominicana (INMRD), que sostiene que contratar mano de obra haitiana permite ahorrar hasta un 60 % del presupuesto en algunas etapas del proceso de levantamiento de la obra.
Los profesionales dijeron a El Inmobiliario que este supuesto ahorro no se refleja en la práctica, ya que los costos asociados al empleo de trabajadores indocumentados o sin visa de trabajo son elevados y representan un riesgo para las empresas.
El ingeniero Rafael Durán, gerente de inversiones SBDS afirmó: “No es verdad que nos estamos ahorrando nada con ellos”, explicando que, al no poder registrar a estos trabajadores en la Tesorería de la Seguridad Social (TSS) ni contar con seguro laboral, las empresas quedan desprotegidas ante cualquier accidente.
“Yo pagué más de 160 mil pesos por un solo trabajador haitiano que se cayó desde un segundo piso corriéndole a Migración. Todo salió de mi bolsillo: hospital, medicamentos y salario de licencia”, agregó.
Durán calificó como “una narrativa falsa” la idea de que existe un ahorro al contratar trabajadores haitianos, especialmente si están en situación migratoria irregular. Además, cuestionó el argumento de que se les paga menos. “Si pagamos los mismos precios, ¿en qué nos estamos ahorrando? Ese argumento no tiene sentido”, subrayó.
A su juicio, el verdadero problema es la falta de interés de muchos jóvenes dominicanos por emplearse en trabajos físicamente exigentes. “Un bachiller puede hacer un curso técnico, pero si no estudió y viene de un entorno vulnerable, muchas veces no quiere trabajar forzado o simplemente delinque”, sentenció.
De su lado, el ingeniero Carlos Hernández negó que el costo de la mano de obra esté ligado a la nacionalidad del trabajador. “No estoy de acuerdo con esa conclusión. Existen trabajos que, sin importar el salario, los dominicanos no están interesados en hacer. No es un tema de precio, es un asunto de interés”, expresó.
Hernández sostuvo que el Ministerio de Trabajo establece tarifas claras que se aplican indistintamente del origen del obrero, y que al comparar estos montos con los que realmente se pagan en las obras, queda en evidencia que no existe un bajo costo específico por contratar extranjeros.
Ambos ingenieros coincidieron en que el sector enfrenta una escasez real de mano de obra dispuesta a asumir ciertas tareas, pero negaron que la solución pase por emplear trabajadores en condiciones de informalidad o sin garantías laborales.

