SANTO DOMINGO.- Pasado el primer semestre del año, los planes navideños afloran y se convierte en tema obligado en muchas familias y naciones que celebran la especial época y el fin de año.
Los adornos en las casas representan una de las tradiciones características que mantienen vivo el espíritu navideño. Para muchos son simplemente parte de la tradición familiar, o quizás un aspecto cultural.
Otros esperan la llegada de la navidad para llenar de colorido su casa, avivar las emociones y hasta es frecuente escuchar que algunas personas lo hacen como terapia para mejorar su estado de ánimo.
La navidad es una mezcla de sentimientos que nos conecta con los recuerdos, las añoranzas, nostalgias, alegrías y es la época donde más se extraña al ser querido ausente.
Sus luces brillantes han llenado los siglos y han sido el legado de incontables generaciones. Pero ¿cuál es la historia de los adornos navideños que lucimos en las casas?. Te contamos.
Los adornos que decoran el tradicional árbol de navidad, tal como los conocemos hoy, fueron creados en el siglo XVIII por los sopladores de vidrio de Bohemia y constituyen una evolución de los elementos con que los pueblos primitivos adornaban sus árboles sagrados, de los cuales han heredado su simbología.
Para muchos pueblos de la antigüedad, el árbol de navidad especialmente, el roble– representaba a los espíritus de la naturaleza y era objeto de culto como símbolo de fecundidad e inmortalidad. Las tribus germánicas celebraban hace 2000 años el solsticio de invierno alrededor de un árbol que iluminaban en un rito ancestral que representaba el fin de los días cortos y las noches largas. Actualmente se ponen los regalos para los niños a los pies del árbol.
A mediados del siglo VIII de nuestra era, el rito se cristianizó. Hay constancia de que en el siglo XVI la costumbre del árbol de navidad estaba arraigada en Alsacia, región del este de Francia. La tradición llegó a Inglaterra en el siglo XVIII y se popularizó durante el reinado de la reina Victoria. Más tarde se extendió a otros países, como Francia o Estados Unidos. En España empezó a popularizarse en los años 60 del siglo XX.
Significado
Los colores tradicionales: El rojo simboliza el nacimiento, el verde la naturaleza, ambos simbolizan el crecimiento y la resurrección.
Las bolas o guirnaldas
Estas simbolizan las manzanas que colgaban de los árboles sagrados de la antigüedad, estos propiciaban el retorno de la naturaleza y la fecundidad en el planeta tierra.

Las campanas
Estas repican simbólicamente para anunciar el nacimiento del niño Jesús y su mensaje de paz y esperanza para el año nuevo. Se dice que en la antigüedad se utilizaban para ahuyentar los malos espíritus.
Las velas
La tradición de encender velas se remonta a cuando la Virgen María dio a luz al niño Jesús en el pesebre, a la luz de una vela. En la antigüedad, estas se utilizaban para pedir deseos para el año entrante. En muchos hogares se encienden velas de colores, cada una de las cuáles tiene un significado diferente : la amarilla se utiliza para atraer dinero y trabajo, la roja para el amor, la azul para tranquilidad, verde para la esperanza, y la blanca representa la paz y tranquilidad. Hoy día, éstas han sido sustituidas por las luces.
Las coronas
Se originan en Alemania y simbolizaban el poder y dignidad de las familias que las exhibían en las entradas de su residencia. Su forma redonda representa la vida eterna.

Los ángeles
Un ángel le anunció a la Virgen María que daría a luz el mesías. Por tal razón el ángel se coloca al tope del árbol de Navidad para simbolizar su amor y bondad.

La estrella
Gracias a la luz de la estrella de Belén los tres Reyes Magos encontraron el pesebre para adorar el niño Dios. Por tal razón se utilizan las estrellas, para simbolizar la luz y la esperanza.

El árbol de Navidad
Simboliza el árbol de la vida eterna. Su forma triangular representa la Santísima Trinidad. En la antigüedad este representaba el árbol del paraíso, del cual Adán y Eva comieron el fruto prohibido, dando paso al pecado original.

El nacimiento o pesebre
Fue inventado por San Francisco de Asís en el año 1223. Su idea era que la escena del nacimiento sirviera a los feligreses que asistían a la Misa de Gallo a meditar sobre el misterio de la navidad. En aquel entonces se utilizaban personas y animales para revivir la escena.
