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SANTO DOMINGO.- Mientras haya humanos en la tierra el oficio de cerrajería siempre tendrá trabajo, aún en las más severas crisis, porque se trata de una práctica diseñada básicamente para “enmendar errores” . Y nada más común que equivocarse consciente o inconscientemente; por eso no es casual la frase “errar es de humanos”.

Y Osvaldo Cabral un sabio cerrajero con cerca de 40 años en el ejercicio está más que claro en ello: “ uno vive de los errores que comete la gente votando llaves y dejándola dentro del vehículo o de la casa”, comenta.

Nacido en el municipio de Las Matas de Farfán, provincia San Juan de la Maguana, Cabral llegó al oficio por pura casualidad, cuando en 1984 vino de paseo de su tierra natal a casa de una tía, cuyo esposo se dedicaba a esa práctica y entró a laborar en la empresa.

Osvaldo Cabral en su negocio de cerrajeria.

Allí permaneció los años suficientes que lo avalaron para aprender el trabajo, no sin antes pasar por la Policía Nacional, cuando motivado por un amigo militar se dejó convencer, institución en la que apenas duró tres años; retornando nuevamente a su labor de cerrajería.

En el 2011 emprendió su propio vuelo y abrió el “Centro de Llaves Cabral”, en el kilómetro 11 de la Avenida Independencia, donde ofrece un variado menú de servicios y donde ha cultivado una leal clientela que apoya su trabajo.

 Con este emprendimiento Cabral ha logrado levantar cuatro hijos, posee dos empleados que le dan soporte en las tareas cotidianas. Además de la asistencia en cerrajería, su establecimiento ofrece cerraduras, candados, controles de portones y vehículos, extinguidores y herramientas domésticas. “Una cosa hala la otra”, comenta el diestro negociante.

“Tengo clientes que me han llamado a las 3:30 A,M. ó 4 de la mañana para que vaya a auxiliarlos con el vehículo o la llave de su casa y si es un cliente de mucho tiempo y dice que no quiere que le envie a nadie voy personalmente”, explica.

Cabral sostiene que ama su trabajo al que acude de lunes a sábado de ocho de la mañana hasta las 6:30 y siete de la noche. Cuenta que durante la pandemia su negocio cerró casi dos meses, pero sobrevivió porque es un hombre organizado que guarda para los tiempos malos.

Sobre los precios explica que no varia con frecuencia porque los clientes se quejan. Una copia de llave sencilla de la casa cuesta sesenta pesos y la de carro de 150 pesos en adelante. Su cartelera abarca, además, abertura de vehículos, de casa, negocios, con prestación de servicio a domicilio.

Sobre el riesgo que implica salir a altas horas de la noche a auxiliar personas, aclara que solo lo hace cuando se trata de clientes fijos; además de que los años le han desarrollado el sentido de riesgo y siempre presta atención a sus corazonadas.

Si usted tiene una emergencia y necesita un servicio de cerrajería confiable Don Osvaldo Cabral lo ayudará si lo contacta al 809 882-2740. Él enarbola el lema de que “si usted trabaja por la ley como debe ser está todo bien, porque no todo el dinero se gana”.