SANTO DOMINGO.- “La situación de los constructores es un reto muy difícil ahora mismo. Todos los materiales subieron y siguen en aumento y los clientes ni quieren ni pueden admitir aumentos, sostiene el ingeniero Rafael Durán, al hablar sobre el desplome que atraviesa el sector construcción en los últimos meses, cuyas estadísticas, según reporte del Banco Central lo colocan en números rojos.
El Informe Preliminar de la Economía, correspondiente al período enero-marzo del 2023, del Banco Central de la República Dominicana (BCRD) indica que la construcción fue la primera actividad económica que mayor caída presentó durante el periodo enero-marzo del 2023, con resultados negativos de 3.5 %.
Fermín Acosta, expresidente de la Asociación de Constructores y Promotores de la Vivienda (ACOPROVI) afirma que el componente de la tasa de interés y el continuo incremento de los materiales de construcción, demandan medidas inmediatas de las autoridades monetarias, quienes deberán buscar una salida rápida a la situación
Durán, de Inversiones SDBS, explica que los clientes no aceptan aumentos porque aunque lo tenga contemplado el contrato, se manifiestan renuentes a favorecer los incrementos y que muchos no lo hacen “porque no califican entonces para el préstamo”.
De su lado Acosta, considera que el sector de la construcción “aún no se recupera de la caída sufrida cuando se compara con el 2022”.
“Cuando estamos comprometidos con los bancos no podemos darnos el lujo de que un cliente se devuelva porque entonces tenemos que vender nuevamente para saldar al banco. Si ya vendimos y vamos a iniciar la obra y no muestra rentabilidad con los precios viejos, el banco no te presta, y muchos clientes que admiten un aumento ligero, entonces no los quieren firmar hasta que no termine la obra”, abunda el ingeniero Durán.
Ambos actores del sector construcción, coinciden en que los precios de los materiales de construcción siguen disparados. Acosta afirma que además de que algunos costos siguen en alza, los que han bajado no llegan ni remotamente a los precios pre pandemia.
Durán cita el ejemplo del concreto que presupuestó a 6,300 pesos para el inicio de una obra y actualmente lo está comprando a 7,300. “Un solo producto”, destaca.
Añade el caso de la mano de obra, que dice, no tiene suficiente calidad. «Los terrenos están cada vez más caros. En fin, cada vez ganamos menos”, recalca.
“Construir para rentar es una opción para el que tiene capital suficiente, porque recupera el capital al vender la renta en puestos de bolsas. De verdad que es un reto”, concluye Rafael Durán.
Fermín Acosta asegura que las autoridades monetarias han frenado la economía “y como la construcción es uno de sus principales motores, para parar la economía hay que parar o disminuir la construcción”.
El expresidente de ACOPROVI concluye diciendo que “La caída de la actividad constructiva del 3.5% en el primer trimestre de este año no es fortuita”.