SANTO DOMINGO.-Se define como una mujer disciplinada, perseverante, amante del conocimiento de lo que le apasiona. Madre, hija, esposa, hermana, gremialista, empresaria exitosa que lleva la batuta de Melcon, la constructora que fundó hace 18 años, junto a su esposo y suegro, y de la cual es Vicepresidenta de Promoción y Construcción.
Annerys Meléndez, la recién estrenada presidenta de ACOPROVI, Asociación de Constructores y Promotores de la Vivienda, es una ingeniería civil de pura sepa que creció con el trajín de las obras al lado, junto a su madre Felicia Rodríguez, quien llevaba a su pequeña a los trabajos que hacía en esa época.
Enamorada de ese mundo, la determinada empresaria firmó un pacto con el oficio, y jamás se ha sentido atraída por otra carrera. Se graduó summa cum laude en INTEC, Instituto Tecnológico de Santo Domingo, donde cursó, además, una maestría en administración de la construcción.
Meléndez sentencia que ser mujer no ha sido un obstáculo en un área donde predomina “el ingeniero de la obra” y casi nunca “la ingeniera”. Estudio, preparación, claridad en las metas, ver el lado positivo de los hechos, ha sido la magia que ha parido los frutos de su gran trayectoria.
Con objetivos claros, recién egresada inició diligencias para estrenar su título. Un compañero de carrera la contactó para asumir la supervisión de una obra en Casa de Campo. Sin vacilaciones asumió la responsabilidad y por casi tres años se apartó del nido materno y regresó a crear su propia marca, hoy una de las más destacadas del ramo de la construcción en Santo Domingo.

Inauguró su emprendimiento con un proyecto en Alma Rosa. Más de 20 proyectos residenciales en el Distrito Nacional, centros comerciales en todo el país, villas en polos turísticos, más de 50 empleados directos, incluyendo casi 20 ingenieros y cuatro arquitectos; forman parte de la cosecha que Meléndez recoge en la actualidad. Su hermano Romel, ingeniero civil, dirige las operaciones de campo.
Madre y gremialista
Equilibrar los roles es un desafío para Annerys Meléndez, que planificó, junto a su esposo con quien lleva casada 15 años, tener los hijos sin mucho espacio entre partos. Con Sofía, Sarah y Juan José, de 9, 8 y 6, estrena su agitado día, preparándolos para la escuela.
Comenta que es una madre involucrada en las actividades de sus hijos, los recoge en el colegio y comparte tiempo de calidad y se traza objetivos en su crianza. “Tú puedes tener dinero, haber conseguido muchas metas profesionales, pero el que quiere ser mamá responsable y falla en eso, vivirá con mucho dolor toda la vida”.
Agradece al padre de sus hijos, su primer novio y con quien creó la empresa, su apoyo desde hace 24 años cuando la vida los reunió; además de su madre y suegra que le tienden la mano con sus pequeños.
Desde hace 12 años forma parte de ACOPROVI, ocupando ahora el rol estelar como presidenta, con definidos planes para seguir fortaleciendo el gremio.
Su propuesta para la mujer es que se prepare y “que nunca dude de sí misma”, que se autoevalúe y vea qué le falta, llene el hueco y salga a conquistar el mundo.
Está consciente que en la sociedad hay rasgos machistas y en “la ingeniería lo que a un hombre le cuesta un paso a una mujer le vale tres”. Pero asegura que ella no lo toma personal, aprende, pasa la página lo supera y crece.
De sangre cibaeña, papá puertoplateño y mamá liniera, a Annerys Meléndez le predicaron con el ejemplo. “Amor al prójimo, respeto a los demás, responsabilidad, excelencia, disciplina y perseverancia”.
No hubo ropa cara, ni viajes costosos, estudió becada en INTEC y a la hora de priorizar, su familia inclinaba sus sacrificios por satisfacer las necesidades escolares.
“En la segunda mitad de mi vida deseo un poco más de equilibrio, lograr las metas ha implicado mucho sacrificio, quiero dedicarme más tiempo como mujer, integrar labores altruistas, ayudando a mujeres y aportarle a la sociedad a través de familias sanas”, reflexiona Meléndez.
Entrevista publicada originalmente en la segunda edición de El Inmobiliario impreso.