Por Indhira Desangles
Especial para El Inmobiliario
El mercado inmobiliario de la República Dominicana está experimentando un crecimiento sostenido, pero este avance debe ir acompañado de un compromiso sólido con la ética y la transparencia. Como miembro activo de la Asociación de Agentes y Empresas Inmobiliarias (AEI), asumo mi responsabilidad de contribuir a un sector donde los derechos de los adquirientes estén protegidos y la confianza sea el eje central de nuestras operaciones.
La AEI ha hecho recientemente un llamado a fortalecer la supervisión en el sector inmobiliario, en respuesta a los crecientes reclamos de los adquirientes de viviendas. Esta supervisión no solo beneficia a los compradores, al protegerlos de posibles incumplimientos, sino que también eleva los estándares del gremio al garantizar que los proyectos y las empresas cumplan con las normativas y las mejores prácticas del mercado.
Uno de los pilares de esta supervisión es la recomendación de trabajar exclusivamente con constructoras, proyectos y agentes reconocidos. Este enfoque busca minimizar los riesgos asociados con promotores improvisados y asegura que los consumidores reciban un servicio de calidad respaldado por profesionales con trayectoria y ética comprobada. La transparencia en las transacciones es esencial para fortalecer la relación de confianza entre adquirientes y agentes.
Como realtor corporativo, entiendo que mi labor no se limita a intermediar en operaciones. Es mi responsabilidad actuar como un asesor confiable, guiando a mis clientes con información precisa y ayudándolos a tomar decisiones informadas. Este compromiso con la ética y la excelencia profesional es lo que define mi rol dentro de la AEI y el impacto positivo que buscamos generar en el sector.
El fortalecimiento de la supervisión también es clave para proteger la reputación del gremio. La implementación de mecanismos claros y regulaciones efectivas es indispensable para asegurar que todos los actores del mercado cumplan con altos estándares. Esto no solo beneficia a los consumidores, sino que también crea un entorno más competitivo y sostenible para todos los profesionales inmobiliarios.
En conclusión, como miembro de la AEI, reafirmo mi compromiso con la transparencia, la ética y la profesionalización del sector. Continuaré apoyando iniciativas que eleven los estándares del mercado y promuevan la confianza de los adquirientes, porque estoy convencida de que solo con integridad podemos construir un futuro sólido y sostenible para el sector inmobiliario dominicano.
