SANTO DOMINGO.-Las cargas adicionales que traduciría a la vivienda, el proyecto de ley de Modernización Fiscal propuesto por el gobierno, llega en momentos en que las altas tasas de interés junto a la alta inflación han provocado en los últimos tiempos incrementos de entre un 45 y 55% en el precio de este bien básico universal, advirtió ayer durante las vistas públicas Annerys Meléndez, presidenta de la Asociación de Constructores y Promotores de Viviendas (Acoprovi).
Ampliando los argumentos que el gremio de los constructores ha planteado en esta semana para rechazar la reforma fiscal 2024, la empresaria expuso que la lucha no es exclusiva de la vivienda de bajo costo. “También lo es por la vivienda media , la cual compone el 86% y si no se hace vivienda media se depreda la de bajo costo”, sentenció.
Aprovechó el escenario para llamar a la conciencia nacional y a los congresistas a revisar las medidas, ya que en su opinión no son coherentes con los esfuerzos que se vienen realizando para disminuir el déficit habitacional en el país, tras reconocer que la actual gestión ha hecho aportes históricos a la ley de vivienda.
Meléndez llamó a la reflexión para que se tomen en cuenta aquellos segmentos de dominicanos y dominicanas que forman una nueva familia, a los jóvenes ilusionados que puedan tener hijos o aquellos que han ahorrado toda su vida por el sueño de un techo y que de golpe y porrazo se le excluya de su derecho constitucional.
Dijo que la reforma fiscal plantea un desolador escenario para la vivienda, amenazando con un aumento insostenible en los precios de la misma “que estimamos dejaría seis de cada 10 dominicanos sin acceso a su primer hogar”.
Annerys Meléndez, durante su exposición. (Fidel Pérez/El Inmobiliario).
Reiteró la preocupación del sector por el retroceso de décadas que podría generar el proyecto en el sector vivienda particularmente en el acceso a vivienda asequible. “La reducción y eliminación de algunos puntos neurálgicos en este paquete de medidas fiscales es inminente con el fin de mitigar los efectos adversos sobre el sector vivienda asegurando así que los efectos por modernizar la economía no comprometan el derecho constitucional del acceso de los dominicanos a una vivienda digna”, expresó.
Reiteró los puntos de la reforma fiscal que han generado alarma en el sector que representa, sustentados en cifras:
La eliminación de la tasa diferenciada del Impuesto sobre la Renta a los fideicomisos de vivienda, por cuya medida solo el precio de la vivienda aumentaría un 12.5%, según el estudio realizado en el registro de unidades habitacionales aprobadas en proyectos de bajo costo del 2013 al 2024 del Ministerio de la Vivienda, Hábitat y Edificaciones (Mivhed).
“Segundo la inclusión del 18% del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a bienes no industrializados como la arena, la grava, el caliche y otros afecta el precio del hormigón, el block, pañetes, rellenos y demás, expresado en al artículo 16 de la reforma”.
La representante de los constructores añadió al pliego de datos, la inclusión del IVA al transporte de materiales y botes cuando todo en la construcción es transportado a las obras.
“El aumento del 50% de las retenciones realizadas a la mano de obra de la construcción al incrementar la retención a los honorarios de personas físicas de un 10 a un 15%”, subrayó.
De acuerdo al análisis presentado, al panorama se agrega que los precios de los alquileres subirían debido a una reducción de la oferta de vivienda para estos fines de alquiler y a un incremento significativo del costo para los propietarios, como resultado de la propuesta.
“Todos estos factores provocarán un desplome de la demanda de vivienda, disminuyendo las ventas en aproximadamente 56%, lo cual motivaría una reducción de aproximadamente 77 mil millones de pesos de la inversión en nuevos proyectos inmobiliarios de viviendas, provocando a su vez impactos negativos al Producto Interno Bruto (PIB) y la reducción de más de 115 mil empleos”, vaticinó.
A su juicio la propuesta del Poder Ejecutivo, de ser aprobrada, supondría una irreparable disminución de la construcción de viviendas en los últimos años, deteniendo drásticamente los avances alcanzados en la reducción del déficit habitacional en el país, gracias al fideicomiso.
