Por Danielis Fermín
El Inmobiliario
Después de cinco años de noviazgo, José y María, nombres ficticios, decidieron dar un paso clave para comenzar una vida juntos: comprar su primera vivienda. Estaban tan emocionados que solo pensaban en el día en que recibirían las preciadas llaves de su “nido de amor”.
Sabían que sería un gran compromiso, pero estaban dispuestos a trabajar en equipo para lograrlo. Pasaron noches enteras soñando con su vivienda ideal y buscando propiedades en diferentes sectores de Santo Domingo, investigando tanto en canales digitales como en persona.
Después de varios meses de búsqueda, encontraron un apartamento acogedor que cumplía con todas sus expectativas. Tenía un costo de US$100,000, estaba en plano y tenía una fecha de entrega que les permitía planificarse para lograr su sueño.
Lo primero que hicieron fue revisar sus ingresos y gastos para elaborar un presupuesto sólido y destinar un monto para el pago inicial. María, quien siempre ha sido organizada con sus finanzas, sugirió crear una cuenta conjunta donde ambos pudieran depositar la cantidad acordada. José propuso recortar algunos gastos innecesarios, como salir a cenar todos los fines de semana o comprar ropa nueva cada mes.
Sin embargo, en su entusiasmo por adquirir la vivienda, no consideraron todos los aspectos que implica la compra de un inmueble. Durante una reunión con un agente inmobiliario, se enteraron de los costos adicionales que debían contemplar: gastos de cierre, impuestos de transferencia, honorarios legales y otros trámites necesarios. José y María se miraron con sorpresa, pues no lo habían previsto en su presupuesto y solo habían calculado el 20% para el pago inicial.
A pesar del golpe inesperado, no se dejaron desanimar. Se dieron cuenta de la importancia de investigar a fondo y ajustar su plan de ahorro. Sabían que debían enfocarse y dedicar más tiempo a entender el proceso de compra de una vivienda y mejorar sus ingresos, por lo que se asesoraron con expertos financieros para crear un presupuesto más realista. Gracias a este proceso de investigación, revisaron sus finanzas, ajustaron su estilo de vida y establecieron una nueva meta de ahorro que incluía los gastos adicionales.
El ejemplo de José y María refleja la realidad de muchos dominicanos que, al no considerar todos los gastos o la debida asesoría, se ven obligados a postergar la compra de su vivienda o incluso desistir de ella.
Si estás en el camino de adquirir una propiedad, es fundamental diseñar un plan de ahorro y un presupuesto realista que incluya todos los gastos, recortar aquellos innecesarios y fijar metas de ahorro mensuales. Esta planificación permitirá entender mejor tu situación financiera y definir el tipo de compromiso que se puede asumir.
Además, es esencial investigar y asesorarse sobre todos los aspectos de la compra. Reunirse con expertos que orienten y ayuden a elegir la propiedad ideal es clave.
Otro aspecto a considerar es consultar sobre los incentivos gubernamentales, como el Bono de la Primera Vivienda. En cada reunión, asegúrate de preguntar sobre los requisitos legales, los impuestos aplicables, los gastos de cierre y otros costos asociados que podrían exceder el presupuesto y llevar a un sobreendeudamiento.
Siempre se debe estar preparado para erogaciones adicionales que puedan surgir en el proceso de compra. Incluirlas en el presupuesto desde el inicio asegurará que el monto total no supere la capacidad financiera, evitando estrés y retrasos en el proceso. Recuerda que, para “casarte con tu casa”, la clave está en diseñar un plan de ahorro sólido que incluya todos los gastos.
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