El incremento en el precio de las viviendas es un desafío constante para los adquirientes. Justo Feliz/El Inmobiliario.
SANTO DOMINGO- Las cuotas mensuales de las viviendas se han convertido en una carga pesada para cientos de familias dominicanas, que ven cómo gran parte de sus ingresos se destinan al pago de préstamos hipotecarios. Aunque la adquisición de una casa representa una meta esencial para muchas personas, las condiciones actuales del mercado han hecho que ese sueño se convierta, en muchos casos, en una fuente de estrés financiero y un dolor de cabeza que atenta contra la paz familiar.
En medio de este panorama económico, ciudadanos que han adquirido viviendas relatan cómo han tenido que reestructurar sus estilos de vida para poder hacer frente al compromiso mensual de sus cuotas.
“Pago RD$89,200.00 mensuales por mi vivienda, a 15 años”, comenta Niulvi Ramos, psicóloga y propietaria de una tienda de sahumerios naturales. Con un ingreso aproximado de RD$300,000.00, asegura que su decisión fue tomada con planificación y conciencia, pero no exenta de sacrificios: “Sabía que implicaría ajustes importantes en otras áreas de mi vida y la de mi familia. Aunque la cuota es manejable dentro de mis ingresos, representa un sacrificio real, ya que hemos tenido que limitar muchas cosas para cumplir puntualmente con este compromiso mensual”, explicó.
Ramos resalta que el aumento de los costos de las cuotas ha sido evidente, especialmente para la clase media. “El costo de las cuotas de vivienda ha aumentado de forma considerable en los últimos años. Este incremento representa un reto para muchas familias, especialmente de clase media, que buscan acceder a una vivienda digna sin comprometer otras áreas esenciales de su vida”.
Gabriel Imbert, abogado, también compartió su experiencia al adquirir una vivienda. Actualmente paga alrededor de RD$46,000.00 al mes, mientras que su ingreso mensual oscila entre los RD$75,000.00 a RD$85,000.00. “Considero que fue una decisión justa. Consulté con diversas entidades financieras, pero la que elegí me ofreció un proceso más ágil y menos burocrático”, explicó. Aunque no ha experimentado un aumento en su cuota debido a que cuenta con una tasa fija, reconoce que quienes no gozan de ese beneficio enfrentan una gran incertidumbre. “En cambio, si la tasa no es fija, o está fijada en un periodo de 2 a 5 años, te pudieras enfrentar a la incertidumbre de futuras fluctuaciones en el mercado que, como consecuencia, pueden aumentar tu tasa de interés”.
De su lado, Sarita Arnaud, empleada privada, relata cómo ella y su esposo Carlos Valdez, quien es empleado independiente, pagan RD$25,000.00 mensuales durante cinco años, con una tasa fija del 10 %. Con ingresos conjuntos que varían entre RD$80,000.00 y RD$100,000.00, la familia ha sentido el impacto del aumento del costo de las viviendas. “Hace años atrás las tasas y el costo de las cuotas estaban mucho más bajas. Supongo que esto se debe a los diferentes cambios económicos que ha pasado el país en los últimos años”, señaló.
Arnaud también explicó cómo el pago de la vivienda se combina con otros compromisos económicos importantes: “Este aumento sí nos ha afectado un poco, ya que mantenemos a dos hijas, entre pagos de universidad, colegio, clases de idiomas, más los gastos fijos de la casa, pues no es una tarea fácil. Hemos tenido que sacrificar muchas cosas para cumplir con el pago de las cuotas”.
Tasas en aumento
El último reporte del Banco Central de la República Dominicana establece que la actividad construcción acumuló una variación interanual de -2.3 % en enero-abril de 2025, afectada por el entorno externo de incertidumbre y por tasas de interés reales que permanecen relativamente elevadas, reflejándose en la readecuación de los cronogramas de construcción de obras del sector privado. “Lo anterior se ha traducido a una menor demanda de los principales insumos utilizados en la construcción y en una desaceleración del sector”, sostiene el organismo.
En marzo de 2025, la tasa de interés para préstamos hipotecarios alcanzó un 11.83 %, lo que representa un aumento de 0.79 puntos porcentuales respecto al mismo período del 2024, según un informe del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), que dijo que persisten «condiciones crediticias relativamente restrictivas para los hogares», pese a los recortes de la Tasa de Política Monetaria del Banco Central.
Al ser entrevistado en el programa La Ventana de El Inmobiliario, la pasada semana, el economista Alejandro Arredondo situó entre 14 % y hasta 16 % las tasas de interés de los préstamos hipotecarios en la banca dominicana.
A ello se suman los constantes aumentos de los materiales de construcción. Al comparar los resultados de marzo 2025 con los de igual periodo del pasado año, el Índice de Costos Directos de la Construcción de Viviendas (ICDV) ha experimentado un alza de 6.28%, de acuerdo al informe del tercer mes del año ofrecido por la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
Aunque las experiencias varían, todas apuntan hacia una misma realidad: adquirir una vivienda en República Dominicana es cada vez más costoso, y cumplir con los pagos mensuales representa un esfuerzo significativo que reconfigura las prioridades de las familias. Incluso cuando las cuotas parecen razonables en relación con los ingresos, las cargas adicionales del hogar, la inflación y la inestabilidad económica general convierten este compromiso en un desafío constante.