Por Raquel Salas
Especial para El Inmobiliario
El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y violetas, mientras conducía por la carretera de regreso de Santo Domingo a Punta Cana. La brisa suave movía las ramas de las palmeras, y el sonido de la música llenaba el aire. En ese momento, me encontré cantando a todo pulmón la canción “García” de Kany García, una melodía que siempre me ha resonado profundamente. Sin embargo, al llegar a la estrofa que dice: “Quiero bajarle a este tren por un momento, pero no puedo”, una ola de emociones me invadió. Una llovizna se escurrió por mis pupilas, y una pregunta crucial surgió en mi mente: ¿necesitas parar, Raquel? ¿Qué te impide bajar las revoluciones?
Este no era el artículo que tenía planeado para hoy. De hecho, estoy escribiendo esto un sábado por la tarde, impulsada por la necesidad de reflexionar sobre la importancia de desconectar, de soltar el teléfono, las reuniones y descansar. Como autora de una guía sobre amor propio y gestión del tiempo, me doy cuenta de que, a veces, incluso quienes predicamos sobre el autocuidado olvidamos la necesidad de tomar una pausa.
En el sector inmobiliario, esta necesidad se vuelve aún más apremiante. La naturaleza de nuestro trabajo nos empuja a vivir en un estado de constante actividad. Los teléfonos no dejan de sonar, los mensajes de texto llegan a todas horas, y las citas se programan sin descanso. Nos encontramos atrapados en un ciclo de “hacer” que parece no tener fin. Sin embargo, es precisamente en este entorno frenético donde la pausa se convierte en un acto de valentía y sabiduría.

Me viene a la mente la arquitecta y empresaria Yermys Peña, quien, en su excelente artículo sobre el precio invisible de no parar, nos invita a reflexionar sobre la diferencia entre resiliencia y resistencia. Coincido con ella en que es muy fácil confundir una cosa con otra. Resistir contra todo pronóstico ante la fatiga y el grito contundente de nuestro cuerpo en nombre de un mal llamado éxito, tarde o temprano, nos termina pasando factura. La resistencia puede parecer admirable, pero a menudo es un camino hacia el agotamiento y la insatisfacción.
Identificar cuándo necesitamos hacer una pausa puede ser un desafío, especialmente en un entorno laboral tan demandante. Sin embargo, hay señales que no debemos ignorar. Si te sientes constantemente fatigado, irritable o desmotivado, es probable que tu cuerpo y mente estén pidiendo un respiro. También es importante prestar atención a la calidad de tu trabajo; si notas que te cuesta concentrarte o que tus decisiones son apresuradas, es un indicativo claro de que es momento de detenerse. Escuchar a tu cuerpo y reconocer estos signos es el primer paso hacia un equilibrio saludable.
Es fundamental entender que hacer una pausa no significa tirar todo a la basura. No se trata de abandonar nuestras responsabilidades o dejar de lado nuestras metas. Más bien, se trata de buscar y generar, de manera estratégica y sabia, esos momentos para desconectar. Incorporar pausas en nuestra rutina diaria puede transformarse en un estilo de vida que promueva el equilibrio. Esto puede incluir desde breves descansos durante la jornada laboral hasta dedicar un día a la semana para actividades que nos nutran y nos permitan reconectar con nosotros. Al hacerlo, no solo mejoramos nuestro bienestar personal, sino que también potenciamos nuestra productividad y creatividad.
Antes de concluir este artículo, quiero invitarles a hacer un ejercicio de reflexión. Tomen un momento para escribir una lista de todo lo que tienen entre manos. Con humildad y aceptación, decidan soltar lo que pesa, eso que saben que ya no cabe en sus vidas. Es mi oración que Dios les dé discernimiento y sabiduría para que lo puedan ver y valentía para soltar.
En este mundo acelerado, recordar la importancia de bajar la velocidad es esencial. La vida es un viaje, y cada uno de nosotros tiene el derecho de disfrutarlo plenamente. Así que, la próxima vez que sientan la presión de seguir adelante sin parar, pregúntense: ¿es este el momento de bajarse del tren? La respuesta podría ser la clave para recuperar su bienestar y redescubrir la alegría en lo que hacen.
La autora es relacionista pública de los desarrollos Mystiq, CEO y fundadora de Reenfoque Positivo y Equilibrio Inmobiliario, directora del Grupo de Medios RP, coach integrativa para el desarrollo personal y conferencista motivacional certificada por John Maxwell Leadership. Además, es directora del programa formativo para agentes inmobiliarios “Time To Grow” y autora de los libros “Antes de Decir que Sí” y “Tiempo para Mí”.