Por Joan Feliz Valoys
Especial para El Inmobiliario
La reciente promulgación de la Ley de Embarcaciones de Recreo y Deportivas en la República Dominicana representa un avance significativo en varios sectores, especialmente en el turismo inmobiliario. Esta legislación responde a la creciente demanda de servicios náuticos en un país que goza de una ubicación estratégica en el Caribe, un clima atractivo durante todo el año, y costas de gran belleza que se extienden a lo largo de más de 1,500 kilómetros. Al regular y fomentar el uso de embarcaciones recreativas y el desarrollo de marinas, la ley contribuye a convertir al país en un destino competitivo para el turismo náutico de lujo, con importantes beneficios económicos y sociales.
La relevancia de las marinas en el turismo
Las marinas son infraestructuras clave para atraer un tipo de turismo especializado y de alto poder adquisitivo. Espacios como Casa de Campo Marina en La Romana, Cap Cana Marina y la de Puerto Bahía en Samaná ya han demostrado que estas instalaciones no solo atraen yates y embarcaciones privadas, sino que generan un entorno propicio para la inversión inmobiliaria de lujo. Cada una de estas marinas no solo ofrece servicios portuarios de primer nivel, sino que integra hoteles, villas y apartamentos exclusivos que captan la atención de compradores e inversionistas extranjeros.
Con la nueva ley, el marco normativo permitirá optimizar la gestión de estas instalaciones, mejorar la oferta de servicios, y facilitar los trámites para la entrada y salida de embarcaciones internacionales. Además, se fomentará la construcción de nuevas marinas y puertos deportivos en regiones como Montecristi o Barahona, ampliando la oferta turística hacia zonas aún poco explotadas.
Impacto en el turismo inmobiliario
El turismo inmobiliario, que combina la adquisición de bienes raíces con experiencias turísticas exclusivas, encuentra en esta ley un marco favorable para su expansión. La llegada de embarcaciones privadas y la posibilidad de anclar en puertos seguros y modernos estimula el interés de compradores internacionales en adquirir segundas residencias o propiedades vacacionales cerca de las marinas. Propietarios de villas en Cap Cana o Casa de Campo, por ejemplo, suelen contar con embarcaciones privadas o tener acceso inmediato a ellas, un atractivo diferencial frente a otros destinos turísticos del Caribe.
Adicionalmente, las marinas bien gestionadas fomentan un tipo de turismo sostenible y menos masivo. Los turistas náuticos suelen tener un perfil de alto poder adquisitivo y se inclinan por destinos más exclusivos y tranquilos, lo que reduce la presión sobre las infraestructuras turísticas tradicionales y genera un impacto positivo en las economías locales. El desarrollo de marinas en nuevos destinos contribuirá, además, a diversificar la oferta turística del país, atrayendo inversiones en áreas inmobiliarias emergentes.
Avance económico y sostenibilidad
Esta ley también tiene un impacto positivo en la economía local. La construcción y operación de marinas generan empleos directos e indirectos en sectores como la hostelería, los servicios portuarios, la gastronomía y la industria del entretenimiento. Además, se fomenta la integración de la economía formal mediante la regulación del uso de las embarcaciones y la recaudación de impuestos y tasas asociadas.
Es importante destacar que la ley también abre la puerta para incorporar estándares internacionales de sostenibilidad en las marinas. En un contexto global donde el turismo sostenible gana relevancia, la República Dominicana tiene la oportunidad de posicionarse como un referente en turismo náutico responsable, garantizando la protección de sus recursos naturales y la calidad ambiental de sus costas.
Conclusión
La Ley de Embarcaciones en la República Dominicana marca un antes y un después para el turismo y la inversión inmobiliaria. Al promover el desarrollo de marinas que puedan sacar su mollero y facilitar la llegada de embarcaciones extranjeras, esta legislación se convierte en un motor de crecimiento económico y una herramienta estratégica para diversificar la oferta turística del país y diversifica el tipo que turista que se recibe, en buen dominicano “aveces perdiendo se gana” y en este caso no se pierde para nada.
El autor es: MBA, especialista en marketing digital, gerente de operaciones de Constructora Incaribe, con máss de 10 años de experiencia en el sector construccion y turismo.
