Por Reyna Echenique
Especial para El Inmobiliario
Para nadie es un secreto que el sector inmobiliario dominicano ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, impulsado por el desarrollo turístico, la inversión extranjera y la demanda interna de viviendas. Este auge ha generado un incremento significativo en el número de agencias inmobiliarias, muchas de las cuales operan sin conocer plenamente las implicaciones legales, fiscales y regulatorias que conlleva esta actividad en el país.
Aunque muchos emprendedores del sector se enfocan primordialmente en aspectos comerciales y de marketing, la experiencia ha demostrado repetidamente que sin una base legal robusta, el crecimiento eventualmente encuentra barreras infranqueables. Como profesionales comprometidos con la excelencia, debemos interiorizar esta máxima: “La estructura legal adecuada y el cumplimiento normativo son los cimientos invisibles pero inquebrantables del éxito inmobiliario sostenible de una agencia“.
Más allá de un simple nombre comercial
Cuando escuchamos frases como “primero vendo algunas propiedades y después me formalizo” o “esta estructura legal me resulta muy costosa por ahora”, conviene reflexionar sobre el verdadero valor de la formalización adecuada y preguntarnos: ¿estamos construyendo para el corto o el largo plazo?
Una agencia inmobiliaria correctamente estructurada no se distingue simplemente por un local atractivo o un inventario impresionante de propiedades, sino por la solidez de su base legal y administrativa. Las operaciones realmente exitosas son aquellas donde la estructura corporativa elegida (EIRL, SRL, SAS) responde adecuadamente a las necesidades actuales y futuras del negocio, ofreciendo protección patrimonial a sus propietarios y cumpliendo cabalmente con las obligaciones tributarias y regulatorias que exige nuestro ordenamiento jurídico.
Pilares fundamentales del cumplimiento
La formalización integral de una agencia inmobiliaria constituye una responsabilidad ineludible que todo profesional del sector puede y debe asumir plenamente. Entre los elementos esenciales que no pueden omitirse está la constitución societaria adecuada, registrando correctamente la empresa ante la Cámara de Comercio y obteniendo el Registro Nacional de Contribuyentes RNC correspondiente, así como también en la Tesorería de la Seguridad Social y el Ministerio Laboral. Igualmente importante es el cumplimiento tributario riguroso, implementando sistemas de facturación y manteniendo una contabilidad ordenada que permita cumplir oportunamente con las obligaciones fiscales.
Resulta sumamente imperativo también el registro como Sujeto Obligado ante la Unidad de Análisis Financiero UAF, designando un Oficial de Cumplimiento capacitado e implementando un Programa de Prevención de Lavado de Activos conforme a la Ley 155-17 u la Norma 03-18. No menos importante es el registro por ante la Asociación de Agentes y Empresas Inmobiliarias (AEI), como miembro de la misma.
Aunque pueda parecer abrumador inicialmente, es momento de reconocer que el cumplimiento integral no representa un obstáculo para el negocio, sino una verdadera ventaja competitiva en un mercado que avanza inexorablemente hacia la profesionalización.
Realidades del mercado actual
El panorama inmobiliario dominicano presenta particularidades que intensifican la necesidad de estructuras formales sólidas. Enfrentamos un mercado con creciente escrutinio regulatorio, donde los organismos de supervisión incrementan su vigilancia sobre el sector. Experimentamos también mayor sofisticación de clientes e inversionistas, especialmente extranjeros, que exigen altos estándares de formalidad y transparencia. Paralelamente, la competencia entre agencias aumenta, haciendo que la diferenciación profesional sea más relevante que nunca.
Esta realidad, lejos de representar un obstáculo, constituye una extraordinaria oportunidad para que las agencias comprometidas con la excelencia destaquen mediante prácticas empresariales ejemplares.
La formalización como diferenciador estratégico
Los profesionales inmobiliarios que incorporan estos elementos en su ADN empresarial consiguen posicionarse ventajosamente en el mercado. Logran acceder a alianzas estratégicas con desarrolladores e inversionistas institucionales que valoran la seguridad jurídica. Atraen a un perfil de clientes premium, particularmente extranjeros, acostumbrados a estándares elevados de formalidad y transparencia en sus países de origen.
Una estructura formal robusta permite además acceder a opciones de financiamiento e inversión para el crecimiento que simplemente no están disponibles para negocios informales o semiformales. No menos importante, se reduce significativamente la exposición a sanciones administrativas, tributarias y hasta penales, protegiendo tanto el patrimonio empresarial como personal.
Pasos hacia la excelencia operativa
La implementación de una estructura legal y de cumplimiento óptima puede desarrollarse progresivamente. Comience con una evaluación profesional para determinar la estructura societaria más adecuada según sus necesidades específicas. Desarrolle alianzas estratégicas con asesores legales, contables y de cumplimiento (Prevención de Lavado de Acrivo) especializados en el sector inmobiliario. Implemente gradualmente sistemas tecnológicos que faciliten el cumplimiento normativo. Finalmente, participe en programas de capacitación continua para mantenerse actualizado sobre los cambios regulatorios relevantes.
La formalización integral representa, sin duda, uno de los pilares fundamentales de una práctica inmobiliaria verdaderamente profesional. En un mercado que evoluciona rápidamente hacia mayores exigencias, las agencias que integran estas prácticas no solo se protegen a sí mismas, sino que contribuyen decisivamente a la maduración y profesionalización del sector inmobiliario dominicano.
La estructura legal adecuada y el cumplimiento normativo son, indiscutiblemente, la base sobre la que se construye el éxito inmobiliario duradero de una agencia inmobiliaria.
Este artículo forma parte de la serie ‘Buenas Prácticas Inmobiliarias en RD’.
La autora es abogada inmobiliaria, empresaria inmobiliaria CEO Echenique Group, coach, capacitadora y conferencista certificada por John Maxwell y Tania Báez, Secretaria de la Junta Directiva AEI 2024-2026, realtor especializada en el sector inmobiliario dominicano e internacional.