Por Yermys Peña
Especial para El Inmobiliario
La Arquitectura y sus límites: ¿cantidad o calidad?
Recientemente, en una ciudad asiática conocida por sus densas construcciones, se inauguró una vivienda construida sobre un lote con forma triangular que parecía completamente inutilizable. Esta casa, diseñada con un ingenio notable, optimizó cada centímetro disponible para ofrecer un espacio habitable único. Este tipo de proyectos, aunque excepcionales, invitan a una reflexión más amplia: ¿hasta qué punto las normativas deben adaptarse para permitir soluciones creativas frente a las limitaciones espaciales?
El eterno debate: Cantidad frente a calidad
El marco normativo en la arquitectura ha sido diseñado para garantizar estándares básicos de habitabilidad, y generalmente se mide en términos de superficie y dimensiones mínimas. Pero cuando se trata de contextos irregulares, donde cumplir con esas reglas es imposible, surge la pregunta: ¿deberíamos permitirnos flexibilizar las normas para dar paso a la innovación? Este dilema no tiene una solución sencilla, pero claramente deja espacio para el debate.
Las ciudades, con sus crecimientos irregulares y su mezcla de estilos a lo largo de los años, generan espacios singulares que no encajan en las normativas tradicionales. En estos casos, la única solución realista parece ser la arquitectura, entendida como una herramienta para diseñar respuestas específicas a problemas particulares.
El riesgo de limitar la creatividad
La normativa tiene un propósito claro: proteger los derechos y el bienestar de los ciudadanos. Sin embargo, cuando estas reglas se aplican de forma rígida, pueden sofocar la creatividad que tanto necesita la arquitectura para evolucionar. La capacidad de los arquitectos para transformar espacios no radica solo en el cumplimiento de estándares, sino en la imaginación y la innovación que pueden aportar a cada proyecto.
Por ejemplo, imaginemos un lote irregular en un barrio tradicional que, según las reglas actuales, no puede utilizarse para una vivienda. Si un diseño bien pensado puede convertir ese espacio en un hogar funcional, digno y seguro, ¿por qué descartar esa posibilidad de entrada?
La «House Tokyo» es una vivienda unifamiliar diseñada por Unemori Architects en 2019. Ubicada en un terreno de solo 26 metros cuadrados en Tokio. Imagen Archdaily.
La arquitectura como espacio de innovación
En algunos casos, la normativa permite excepciones, como construcciones en terrenos no urbanizables si existe un interés público demostrado. Esto nos lleva a plantearnos si conceptos como la investigación y la innovación no deberían ser considerados también de interés público. Proyectos que empujan los límites de lo convencional podrían convertirse en laboratorios de diseño, siempre bajo controles rigurosos de calidad y seguridad.
El desafío de redefinir límites
Es cierto que flexibilizar las normas tiene sus riesgos. Por ejemplo, alguien podría argumentar que abrir la puerta a estas excepciones podría resultar en condiciones de vivienda inadecuadas. Sin embargo, esto no significa que debamos renunciar a la idea por completo. Con protocolos claros y un enfoque responsable, es posible encontrar un equilibrio entre la creatividad y la regulación.
Hacia un futuro más flexible
En un mundo donde las ciudades enfrentan desafíos constantes, es esencial que las normativas evolucionen para reflejar la realidad. Cuando las soluciones tradicionales no son suficientes, la creatividad debe tener un lugar en la mesa. Esto no significa ignorar las leyes, sino más bien adaptarlas para incluir un margen de flexibilidad que permita abordar contextos excepcionales.
Al final, la arquitectura tiene como objetivo mejorar la vida de las personas. Explorar cómo la calidad puede suplir las limitaciones de la cantidad es una oportunidad para avanzar hacia ciudades más inclusivas, funcionales y adaptables. Abrir este debate no solo es necesario, sino también una señal de que estamos dispuestos a evolucionar con las necesidades de nuestras comunidades.
La autora: Es arquitecta y empresaria de la construccion. Miembro del Forbes Business Council.
