El reto será lograr que la participación del capital externo no solo impulse precios y retornos, sino que también contribuya a un desarrollo inmobiliario más equilibrado, capaz de atender las necesidades de una población con limitaciones en el acceso a vivienda.
SANTO DOMINGO. – En 2025, el mercado inmobiliario dominicano recibió una fuerte influencia del capital extranjero, un actor determinante tanto en la dinámica de precios como en la orientación de la oferta habitacional.
Este fenómeno, documentado por portales internacionales de análisis financiero y respaldado por cifras oficiales, ha aportado liquidez y dinamismo al sector, pero también ha profundizado desequilibrios estructurales en el acceso a la vivienda.
De acuerdo con la actualización de noviembre de 2025 de Global Property Guide (GPG), el portal internacional especializado en análisis comparado de mercados inmobiliarios, los precios residenciales en República Dominicana registraron una variación interanual nominal de 10.64%, ubicando al país entre los mercados con mayor revalorización de América Latina.
A esto se suma un rendimiento bruto promedio por alquiler de 9.08% en Santo Domingo, según la base de datos de Rental Yields de GPG correspondiente a septiembre de 2025.
Estos indicadores explican el creciente interés de inversionistas internacionales, que encuentran en el país una combinación atractiva de alta rentabilidad por renta, apreciación sostenida del activo y estabilidad macroeconómica relativa, en comparación con otros mercados de la región.
IED y su vínculo con el sector inmobiliario
La participación foránea en el mercado inmobiliario se inserta en un contexto más amplio de flujos de Inversión Extranjera Directa (IED). Según cifras preliminares del Banco Central de la República Dominicana (BCRD), la IED alcanzó US$2,892.8 millones en el primer semestre de 2025, lo que representa un crecimiento interanual de 15.3%.
Proyecciones oficiales apuntan a que el país podría cerrar el año con más de US$4,800 millones en inversión extranjera, uno de los niveles más altos de su historia reciente.
Diversos análisis sectoriales, incluyendo publicaciones especializadas como Inmobiliario.do (2025), señalan que el sector inmobiliario y el turismo figuran entre los principales receptores de estos flujos, concentrando una porción relevante de la inversión destinada a proyectos residenciales, turísticos y de uso mixto.
Impacto sobre la oferta
La evidencia recopilada por Global Property Guide muestra que buena parte de la vivienda nueva, especialmente en desarrollos verticales urbanos y proyectos turísticos, está orientada a segmentos de mayor poder adquisitivo.
Buena parte de la oferta residencial nueva se orienta a segmentos medio-altos y altos, favoreciendo a inversionistas con alta liquidez y capacidad de compra sin financiamiento hipotecario local.
Aunque la normativa fiscal vigente desde mayo de 2025 limita el uso de efectivo a RD$500,000 por transacción, estos inversionistas suelen canalizar sus recursos mediante transferencias bancarias y otros medios de pago trazables, lo que les permite operar con rapidez en un mercado de oferta limitada.
Este patrón se ve reforzado por el comportamiento reciente del sector construcción. De acuerdo con el Banco Central, el valor agregado de este segmento registró una contracción interanual durante el primer semestre de 2025, reflejando una desaceleración en la ejecución de nuevas obras.
En este contexto, cuantas menos unidades nuevas, mayor presión sobre los precios de las viviendas existentes y de los alquileres, especialmente en zonas céntricas y de alta demanda.
Coincidencia con análisis internacionales
Un informe sectorial difundido en septiembre de 2025 a través de GlobeNewswire, plataforma global de distribución de reportes financieros y corporativos con sede en Estados Unidos, refuerza esta lectura.
El estudio proyecta que la producción del sector construcción en República Dominicana cerrará 2025 con una contracción estimada de -1.2%, a pesar de la desaceleración de la inflación y la estabilización de los precios de los materiales.
El informe advierte que, aunque existen señales de recuperación a mediano plazo, la debilidad de la construcción en el corto plazo limita la capacidad del mercado para responder al aumento de la demanda inmobiliaria, particularmente en los segmentos de vivienda accesible.
Capital extranjero: dinamismo y polarización
La creciente presencia de inversionistas extranjeros ha tenido efectos ambivalentes. Por un lado, ha aportado liquidez, profundidad de mercado y profesionalización de la inversión, contribuyendo a sostener la actividad inmobiliaria en un entorno de desaceleración constructora.
Por otro, ha reforzado una polarización de la oferta hacia viviendas de segmentos medio-altos y altos, ampliando la brecha entre los precios de mercado y la capacidad de compra de los hogares locales.
Este desajuste también se refleja en el mercado de alquileres, donde la competencia por unidades bien ubicadas ha elevado las rentas y reducido la movilidad residencial, particularmente para familias de ingresos medios.
Los datos de Global Property Guide, las cifras del Banco Central y los análisis sectoriales difundidos por GlobeNewswire coinciden en señalar que el país sigue siendo un destino atractivo para el inversionista inmobiliario extranjero.
Sin embargo, este atractivo se sustenta en un mercado en tensión por la escasez de oferta nueva y la orientación de la inversión hacia segmentos de mayor rentabilidad.
El reto para los próximos años será lograr que la participación del capital externo no solo impulse precios y retornos, sino que también contribuya a un desarrollo inmobiliario más equilibrado, capaz de atender las necesidades de vivienda de una población con limitaciones en el acceso.



