SANTO DOMINGO.- En el tercer día de la tragedia que cobró la vida de más de 200 personas, jueves 09 de abril, el cielo de República Dominicana siguió teñido de llanto y dolor. Una ligera llovizna acompañó las cifras que a primeras horas de la mañana ofrecieron los organismos de rescate: 218 fallecidos y 189 rescatados, fueron los números que sumían cada vez más el país en un pesar colectivo.
La típica alegría que caracteriza a esta media isla caribeña se esfumó. Ahora hay silencio y luto por toda la geografía nacional. Todos comentan apenados el mismo tema: el desplome del techo de la legendaria discoteca Jet Set, donde cientos de personas participaban la madrugada del martes 8 de abril del tradicional lunes bailable, por donde desfilaron las orquestas más destacadas del país y donde dominicanos y extranjeros movían sus caderas a ritmo de la música que identifica a esta tierra.
Cómo imaginar que, buscando diversión y entretenimiento, el país perdería a más de 200 de sus hijos en la más emblemática discoteca, la de la élite dominicana, donde ”la seguridad” era uno de sus sellos de garantía.
Honras fúnebres entre llanto y cuestionamientos
Las honras fúnebres continuaron su curso, con funerarias que no dan abasto para los muertos. En el Teatro Nacional el presidente de la República Luis Abinader y su esposa, la primera dama, Raquel Arbaje, asistieron temprano al homenaje póstumo brindado a Rubby Pérez a quienes ayer mismo se le dio sepultura al igual que al expelotero de grandes ligas Octavio Dotel.
Al pronunciar unas palabras frente al férretro, Micaías Pérez, hermano de Rubby, dijo que tragedias como las ocurridas volverán a pasar porque no “tenemos instituciones fuertes”. Llamó a las autoridades a tomar cartas y garantizar que las infraestructuras estén en capacidad de realizar espectáculos.
Tres días más de duelo
El presidente Luis Abinader mediante el decreto 195-25 dispuso la extensión de tres días más de duelo nacional, que sumado a los anteriores suman seis. Y es que la lista de funerales es extensa. Las funerarias no dan abasto, mientras el drama de familias intentando encontrar parientes en hospitales y el Instituto Nacional de Patología Forense, desgarra el alma.
Un general en llantos
Pasadas las 10:00 a.m., la resistencia del general Juan Manuel Méndez al concluir la operación de búsqueda y rescate y ofrecer las cifras finales se quebró.“Esta es la tarea más difícil que me ha tocado en 20 años al frente del Centro de Operaciones de Emergencias”, dijo. El deber cumplido resultó en esta ocasión un lastimoso camino de más de 50 horas donde la cantidad de cadáveres superó las vidas rescatadas. “Cada vez que venía una persona a preguntar por un familiar atrapado, nos llenábamos de impotencia. Sentíamos que no era suficiente, pero dimos todo lo que teníamos”, narró entre sollozos.
Haina y 20 ataúdes
Haina, el municipio que vio nacer la voz más alta del merengue, Rubby Pérez, que según el censo del año 2022 realizado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) cuenta con 159,567 habitantes, vivió ayer escenas dantescas con 20 ataudes en el polideportivo de la comunidad, de las 25 personas, que alegadamente participaban en la fiesta de su compueblano. De acuerdo al listado oficial de la alcaldía, hay 23 personas fallecidas en la tragedia.
La mayoría murió de forma instantánea
El ministro de Salud Pública, doctor Víctor Atallah, reafirmó ayer jueves que la mayoría de las personas fallecidas tras el colapso murieron de forma instantánea debido a traumas severos en la cabeza y el pecho.
Obras Públicas desinfecta
Tras tres días de ser escenario de llanto, desesperación e incertidumbre, la zona cero lucía al caer la tarde despejada. Curiosos y algunos medios de comunicación se mantienen en el lugar que ahora es custodiado por un cuerpo mixto de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. Pasadas las 6:00 p.m. brigadas del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), realizaban un proceso de desinfección en las instalaciones.
Una estela de preguntas
Ayer el gobierno anunció la formación de un equipo técnico para determinar las causas que provocaron la horrible tragedia que pasará a la historia, como una de las más grandes desgracias registradas en la República Dominicana.
Mientras tanto las preguntas y potenciales causas empiezan a inundar los análisis de expertos, mientras las acostumbradas críticas y cuestionamientos sobre la debilidad de las instituciones públicas en la inspección de las edificaciones afloran.
Nada retornará las víctimas, pero determinar las reales causas del desastre, al menos responderá la pregunta a quienes sobreviven, a las múltiples víctimas a quienes la vida le fue arrebatada llenando de llanto, dolor y luto, lo que se supone era una noche creada para la alegría y el gozo. Es el reto que tienen por delante quienes formen parte de la comisión. Que la verdad salga a la luz es el anhelo de los 10 millones de habitantes que hoy lloran acongojados la partida de más de 200 vidas.