En Newark, Ohio (Estados Unidos), existe un edificio que parece sacado de una caricatura: una gigantesca cesta de picnic de siete pisos. Este peculiar inmueble fue construido en 1997 como sede de la empresa Longaberger, famosa por fabricar cestas de madera hechas a mano. Lo más curioso es que su fundador, Dave Longaberger, insistió en que el edificio fuera una réplica exacta pero a escala monumental de su producto estrella.
La estructura mide más de 60 metros de largo y 30 metros de alto, y fue diseñada por las firmas NBBJ y Korda/Nemeth Engineering. Aunque originalmente funcionó como oficina corporativa.
La forma original del edificio suscitó sentimientos encontrados. Ridículo para unos, feo para otros e icónico para otros, el edificio sirvió de oficina durante varios años. Su renovación se llevó a cabo hace casi diez años. Durante las obras, se renovaron todos los elementos ruinosos tanto en el exterior como en el interior. Dentro, el ambiente sigue siendo el de los años 90, con suelos de mármol, columnas con paneles de madera y una gran escalera. La parte central es un amplio atrio, alrededor del cual se disponen las oficinas.
Su forma única lo ha convertido en una atracción turística y en uno de los ejemplos más extravagantes de arquitectura corporativa en el mundo.
Longaberger utilizó el edificio hasta 2016 y cerró dos años después. El contenedor gigante ha permanecido vacío durante más de siete años. Ya en 2019, el edificio se puso a la venta. La agencia inmobiliaria NAI Ohio River Corridor sugirió que la papelera podría convertirse en un hotel, lo que sería un éxito de asistencia; después de todo, la forma única del edificio podría atraer a los turistas. En total se construirían 150 habitaciones en su interior.
El plan de convertir el edificio en hotel se detuvo por la pandemia de coronavirus.
Fuente: Wikipedia y https://www.whitemad.pl/es/.
