Por Claudia Castillo
Especial para El Inmobiliario
Actualmente el mercado inmobiliario dominicano de alquileres ha tenido un alto movimiento: empresas tras locales más amplios, familias buscando espacios más adecuados según necesidad, en fin activación total, mientras en zonas determinadas predomina la escasez de opciones a mostrar.
Los contratos de alquiler usualmente incluyen una cláusula de indexación del precio de alquiler. Y un punto en discusión es que los precios han subido bastante, y cuál debería ser el incremento anual, actualmente un 5% en caso de alquileres en dólares y un 10% en caso de alquiler en pesos.
Muchas empresas y personas han solicitado que dado que el aumento actual oscila en más de un 15% en total frente a los precios de hace pocos meses, plantear la posibilidad de negociar este incremento. Por otro lado, propietarios que tienen estos inmuebles como inversión se apoyan en el índice de inflación del Banco Central de la República Dominicana para regir este punto. Pero revisando desde la crisis bancaria de 2002-04, en la RD no existe inflación anualizada de 10% o más.
Como alternativa a fijar el aumento de un 10%, las partes podrían negociar un aumento igual a la inflación anualizada del período precedente a la suscripción del contrato (indexar al IPC). No obstante, se puede argumentar que los agentes económicos no deben modelar sus expectativas en el pasado, sino en lo que esperan que ocurra en el futuro.
A mediano y largo plazo, este tipo de cláusulas de indexación basada en percepciones o costumbres y no en datos concretos—es decir, que no toman en cuenta la realidad inflacionaria— pueden erosionar la capacidad de pago del inquilino frente a un propietario que cada período adquiere mayor poder de mercado sobre éste. Esto porque mientras más períodos de alquiler transcurren, más difícil podría resultar mudarse a otro inmueble.
La autora es:
Asesora inmobiliaria Plusval Dominicana, arquitecta, tasadora, pasada Presidenta AEI, Directora AEI Mujeres.