Los desperfectos en las paredes de la casa o de locales, requieren reparaciones. Sin embargo, aplicar la masilla de la mejor manera, requiere un proceso que debe seguirse al pie de la letra, para lograr resultados más profesionales.
Limpia la pared y protégete
Cuando vayas a masillar la pared, es recomendable que utilices una lija para limpiar y alisar la zona antes de utilizar masilla reparadora para pared. Ahora bien, ten en cuenta que, al lijar, es probable que empiecen a flotar partículas en el aire que son dañinas para tus pulmones y ojos. Por este motivo, te recomendamos utilizar mascarilla, gafas protectoras y guantes.
Una vez hayas dejado la zona limpia, puedes utilizar una brocha para eliminar el polvo de la pared y barrer para limpiar el que haya caído al suelo. Posteriormente, debes limpiar y humedecer la pared con una esponja limpia y bien mojada con agua. Cuando lo hagas, ya puedes pasar al siguiente paso.
Utiliza cinta de carrocero por protección
Al igual que cuando se va a pintar, es necesario cubrir aquellos elementos que no quieras que se manchen y que queden cerca de la zona que vas a reparar con la masilla. Por ejemplo, podemos proteger los rodapiés, los marcos de las ventanas, de las puertas, las molduras e incluso los muebles que se encuentren fijados a la pared. De esta manera, no tendrás que preocuparte, ya que no correrán ningún riesgo de mancharse.
Mezcla la masilla reparadora para pared
Dependiendo del tipo de masilla que adquieras, puede que no tengas que realizar este paso, especialmente, si ya compras la masilla con la mezcla hecha. En cambio, si la compras en polvo, necesitarás añadirle una proporción de 2 partes de agua por cada 1 de masilla. Debes agitar la mezcla hasta que esta se vuelva homogénea, sin grumos, por lo que es recomendable utilizar una varilla agitadora hasta que adquiera una consistencia que permita aplicarla con facilidad sin que quede ni demasiado dura o seca ni demasiado líquida y mojada.
No debes mezclar demasiada a pesar que tengas que cubrir grandes áreas, ya que lo recomendable es ir mezclando la que vayas a utilizar en el plazo de una o dos horas. Asimismo, debes asegurarte de que la masilla permanece húmeda, especialmente, cuando trabajas en verano o a altas temperaturas.
Aplica una primera capa de masilla para paredes
Teniendo en cuenta estos consejos, ya puedes aplicar la mezcla para enmasillar paredes y reparar agujeros y grietas utilizando una espátula pequeña. El objetivo es aplicarlo de tal manera que no queden zonas marcadas ni con exceso de masilla. Al principio, puede resultar complicado y frustrante, pero, con la práctica, descubrirás que es bastante sencillo.
Una vez apliques la mezcla, debes dejar que se seque y, posteriormente, lijarla y limpiarla de nuevo. Si te preguntas cuánto tarda en secar la masilla para pared, debes saber que, pese a que en verano el proceso se acelera y puede tardar, como mucho, unas 5 horas, en invierno, el secado puede alargarse más y durar entre 12 y 24 horas, por lo que debes tener paciencia.
Aplica la segunda capa de masilla reparadora de paredes
Una vez hayas lijado y limpiado la pared tras aplicar la masilla para paredes por primera vez, ya puedes darle la segunda capa, que, normalmente, será la que te ayudará a darle a la pared el acabado perfecto. Para ello, tan sólo debes repetir el mismo procedimiento que hemos nombrado en el paso anterior y mezclar de nuevo otra pequeña cantidad para aplicarla con la espátula hasta que el muro quede completamente liso y sin imperfecciones.
Si queda alguna marca, no te preocupes, ya que, cuando se seque, puedes lijarla hasta que se disimule a la perfección. Y, si todavía crees que se nota la imperfección, puedes repetir el proceso una tercera o cuarta vez hasta que no resulte evidente que ahí había un agujero o grieta. Una vez estés conforme, ya puedes lijar y limpiar la zona para, posteriormente pintar las paredes con total normalidad.
Fuente: https://jucarsa.es/consejos
Foto: Fuente externa.