El Ayuntamiento de Barcelona anunció la eliminación progresiva de todas las licencias de alquiler turístico de corta duración antes de noviembre de 2028. La medida fue comunicada por el alcalde Jaume Collboni y tiene como objetivo incorporar al mercado residencial miles de viviendas actualmente destinadas al turismo.
Según cifras oficiales, se dejarán de renovar 10,101 licencias de apartamentos turísticos una vez alcancen su vencimiento. Esta acción se enmarca en una estrategia municipal orientada a modificar el uso del parque inmobiliario y responde a la presión ejercida por el turismo
sobre la disponibilidad de vivienda en la ciudad.
La iniciativa se apoya en el Decreto 3/2023 de la Generalitat de Cataluña, que otorga a los municipios la facultad de limitar o suprimir autorizaciones de pisos turísticos. De acuerdo con información publicada por El País, el Tribunal Constitucional ha respaldado la legalidad de estas restricciones, lo que permite su aplicación efectiva.
El alcalde Collboni indicó que la finalidad de la medida es facilitar el acceso a viviendas asequibles y reducir la especulación inmobiliaria. La administración local considera que esta política contribuirá a modificar el modelo urbano en favor del uso residencial.
Diversos actores del sector turístico, entre ellos la plataforma Airbnb y propietarios de apartamentos turísticos, han manifestado su desacuerdo con la decisión. Argumentan que podría tener repercusiones económicas negativas, incluyendo la pérdida de empleos vinculados al turismo.
Estudios realizados por el Ayuntamiento de Barcelona estiman que la eliminación de estas licencias podría generar una reducción en los precios de alquiler de entre un 8 % y un 13 % en los próximos años, aunque estos efectos dependerán de la evolución del mercado inmobiliario y otros factores externos.
Fuente: El País
