El 2025 fue un año complejo para el mercado nacional, especialmente para los sectores inmobiliario y de la construcción, espacios que acompañamos de cerca y que enfrentaron una desaceleración prolongada, con pocos momentos de respiro. Aun así, cada reto dejó en evidencia la fortaleza de una industria que, incluso en tiempos difíciles, continúa siendo decisiva para la economía del país.
Las presiones internacionales y los ajustes económicos locales obligaron a replantear estrategias. En el ámbito interno, la construcción y, con ella, el sector inmobiliario, sorteó desafíos fruto de diversos factores: tasas de interés elevadas, incrementos en costos de materiales, tardanzas en la ordenanza de los permisos, escasez de mano de obra y escándalos que afectaron la confianza.
No fue un año sencillo. Pero fue periodo que demostró, una vez más, que la industria sabe resistir.
A pesar de las dificultades, la confianza no desapareció. Empresarios, desarrolladores e inversionistas extranjeros continuaron apostando al país, reafirmando su compromiso con un sector que aporta cerca del 15 % del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y que sigue siendo motor esencial de empleo y crecimiento.
Las ferias se mantuvieron, nuevos proyectos fueron anunciados y muchas empresas siguieron adelante, mientras otras optaron por la prudencia y la reprogramación estratégica.
Al cerrar el año, miramos hacia el 2026 con la convicción de que los ciclos difíciles también abren espacio para el renacer.
Que lleguen nuevas oportunidades, que regresen los números positivos y que en el nuevo año la industria recupere el dinamismo que la ha caracterizado por décadas.
Desde el Grupo de Medios El Inmobiliario, deseamos que el 2026 esté colmado de salud, prosperidad y buenas noticias. Un nuevo año para seguir construyendo, juntos, un mejor país.
