Banner Feria New York
28.8 C
Santo Domingo
lunes 27 – octubre 2025
Banner Feria New York
InicioOpinionesDeudas de inversión: El peligro de los gastos emocionales

Deudas de inversión: El peligro de los gastos emocionales

Hace unas semanas les hablé sobre la importancia de emprender con estrategias claras y lo riesgoso que puede ser actuar a ciegas. Hoy quiero abrir una conversación que me toca profundamente: las deudas de inversión. O como a mí me gusta llamarlas ahora que lo entiendo mejor: los gastos emocionales disfrazados de estrategia.

Les hablo no desde la teoría, sino desde mi experiencia más personal. Yo estuve ahí. Me vi ahogada en pagos, sin aire ni visión, cargando con decisiones que tomé convencida de que estaba invirtiendo en mi crecimiento. Y quizá tú, que estás leyendo esto, también te encuentras en ese punto. Si es así, no te juzgues. Solo detente, respira y sigue leyendo.

Invertir con emoción, pero sin estructura

Muchos de los que emprendemos —y en esto incluyo a vendedores inmobiliarios, ingenieros, arquitectos, abogados, desarrolladores y constructores— lo hacemos desde la pasión. Amamos lo que hacemos. Sé que, al igual que a mí me apasiona mi trabajo, a ustedes les emociona transformar espacios, liderar proyectos y hacer negocios.

Y eso está bien… hasta que la emoción se convierte en el único motor de nuestras decisiones.

El problema es que cuando actuamos únicamente desde esa chispa emocional:

  • Nos volvemos irracionales
  • Tomamos préstamos o usamos tarjetas sin un plan de retorno claro
  • Nos endeudamos «para crecer», pero sin medir los tiempos reales para ver ese retorno
  • Compramos cursos, licencias, herramientas o espacios que no necesitamos en el momento, solo porque sentimos que nos falta algo

Yo lo viví. Y muchas de esas decisiones, que en su momento se sintieron urgentes y necesarias, terminaron siendo cargas pesadas que me retrasaron más de lo que me impulsaron.

 Invertir en educación también requiere estrategia

Un punto crítico es cuando invertimos de manera exagerada en formación. ¡Y ojo! Yo soy pro-educación, por completo. Pero aprendí que formarse sin un propósito claro puede ser otra forma de postergar la acción o alimentar el temido síndrome del impostor.

Pregúntate antes de comprar otro curso o pagar una certificación

¿Realmente necesito esto para dar mi próximo paso?

¿Estoy comprando esto para aprender, o para sentir que por fin seré suficiente?

¿Puedo implementarlo ahora y generar un retorno con lo aprendido?

Hoy, antes de invertir en mi crecimiento, reviso si esa decisión está alineada con mis objetivos actuales, con mi flujo de caja y con mis capacidades reales de implementación.

¿Qué hacer si ya estoy endeudado?

Si ahora mismo te encuentras en medio del lodo, tranquilo. Hay salida. Aquí te comparto lo que me funcionó gracias a la asesoría de mi esposo:

  • Haz un inventario honesto: Anota todos los pagos, todos los plazos. Deja de mirar hacia otro lado.
  • Clasifica tus deudas por urgencia e interés: Enfrenta primero las más costosas.
  • Corta temporalmente lo no esencial: Esa oficina, ese software, esa suscripción… cada peso cuenta.
  • Busca reestructurar: Muchas veces se puede renegociar, consolidar o extender plazos. No tengas miedo de preguntar.
  • Crea un plan financiero: Así como haces planos para un edificio, haz uno para tu estabilidad.

Conclusión: cabeza y corazón, en ese orden

Hoy entiendo que invertir no es malo. Lo que es realmente peligroso es hacerlo sin planificación, solo movidos por el entusiasmo o el miedo de quedarnos atrás.

Invertir debe ser una decisión pensada, con un retorno proyectado, con fechas y con seguimiento. Porque lo contrario —invertir desde la emoción— puede convertirse en una bomba de tiempo disfrazada de crecimiento.

Te invito a revisar tus decisiones recientes, y si estás a punto de hacer una inversión, hazte estas tres preguntas clave:

¿Estoy actuando desde una necesidad real o desde una emoción pasajera?

 ¿Tengo un plan claro para recuperar esta inversión?

 ¿Estoy en condiciones financieras de asumir esta carga?

Si la respuesta no es clara, tal vez lo que necesitas ahora no es más gastos, sino más claridad. Y recuerda: invertir con estrategia no mata la pasión, la protege.

Publicidad Banner Feria New York
Raquel Salas
Raquel Salas
Relacionista pública de los desarrollos Mystiq, CEO y fundadora de Reenfoque Positivo y Equilibrio Inmobiliario, directora Grupo de Medios RP, coach integrativa certificada por John Maxwell Leadership, autora de «Antes de Decir que Sí» y «Tiempo para Mí».
Artículos Relacionados
Publicidad Banner Coral Golf Resort SIMA 2025
Publicidad Banner Feria New York
Publicidad spot_img
Publicidad
Publicidadspot_img