Por Escalin Pozo
El Inmobiliario
SANTO DOMINGO.-Algunas frases tienen el poder de trascender el lenguaje y convertirse en mantras de vida, guiando a las personas durante su día a día. La ingeniera Yasnellis Guerrero ha acuñado uno de estos mensajes para sí misma: “No hay nada imposible para aquel que se atreve a intentarlo”.
El ejemplo lo tuvo de sus padres, quienes le enseñaron esta gran lección. Desde su Venezuela querida, donde nació, vio a sus progenitores trabajar arduamente y alcanzar importantes cargos dentro de la industria del petróleo, a pesar de que no lograron culminar una carrera profesional por motivos económicos.
A sus 23 años, Yasnellis ya cargaba con un gran logro entre sus manos: se había graduado de ingeniera en mantenimiento mecánico. Desde aquel momento, esta profesión se convirtió en un estilo de vida, donde ya acumula dos décadas de experiencia dentro del sector.
Otro de sus resultados más significativos fue cuando empezó a trabajar como asistente de control de obras en las refinerías de su país, apenas recién graduada. A partir de allí, fue creciendo de manera escalonada con “esfuerzo y perseverancia”.

Guerrero llegó a tierra dominicana junto a su esposo tras la decisión de ambos de emigrar. Al analizar el campo laboral del país, comprendieron que podrían adaptarse al entorno, ya que el mercado estaba enfocado en la construcción civil.
Su trayectoria en la Constructora Interamerica (Cinter), donde actualmente labora como project management office, “inició por una casualidad”. Tras una conversación con una amiga, se enteró de que la empresa tenía una oportunidad laboral donde podía seguir creciendo.
“Cuando indagué acerca de la empresa, me llamó la atención que tenía muchos años en el sector de construcción hotelera y dije, ¿por qué no intentarlo? Es algo nuevo para mí y me permitirá seguir creciendo, como tanto me gusta. Y, como te dije anteriormente: No hay nada imposible para aquel que se atreve a intentarlo”, expresó reafirmando, una vez más, su mantra de vida.
La empatía y la resiliencia han sido pilares en su desarrollo personal y profesional. Su lado más humano se refleja en su compromiso de “incentivar y apoyar a las personas” para alcanzar metas en conjunto.
Como profesional, la pasión por lo que hace, su nivel de compromiso y su honestidad son los atributos que la acompañan en el ejercicio diario de sus funciones.
Siendo una madre de dos, con un niño de 13 años y una de nueve, ha sabido establecer prioridades para lograr el equilibrio que, al inicio, supuso en su vida una “montaña rusa” al tener que aprender a ir tomando “decisiones laborales un poco difíciles” entre estos dos mundos.
“He aprendido, con el pasar del tiempo, a establecer prioridades y seguir desarrollándome profesionalmente, brindar amor y apoyo tanto a mis hijos como a mi esposo”, expresó con cariño.
A todas las mujeres, ya sea en este sector o en cualquier otro, les envía un mensaje lleno de motivación para que tengan a mano los ingredientes para destacarse y liderar en su área: tener enfoque, compromiso y perseverancia.
Publicado originalmente en la revista Mujer de Concreto.
Foto: Fuente externa.