Por Solangel Valdez
El Inmobiliario
Cabrera, María Trinidad Sánchez. – Lo que comenzó como una apuesta local se ha convertido en una cita obligada para quienes miran hacia el nordeste con visión de futuro. La 2da Feria Inmobiliaria Provincial superó todas las expectativas y consolidó a Cabrera como uno de los destinos más atractivos del país para la inversión turística y de segunda residencia.
Este año, atendiendo la recomendación de los propios desarrolladores de Cabrera, la feria coincidió estratégicamente con el evento turístico, agropecuario y comercial “Cabrera en Primavera”, del 1 al 5 de mayo. El resultado fue una sinergia perfecta entre turismo, inversión y desarrollo local.
La Asociación de Agentes y Empresas Inmobiliarias de la provincia María Trinidad Sánchez montó un colorido pabellón de 25 metros, que fue el corazón de la actividad inmobiliaria durante los cinco días de feria. Cerca de 30 agentes nativos participaron con entusiasmo, asesorando a cientos de interesados que llegaron atraídos por las ofertas, exclusivas de la temporada.
El respaldo fue evidente: más de 20 empresarios locales —incluyendo desarrolladores, constructoras y promotoras— auspiciaron la iniciativa, aportando solidez, variedad y confianza. La estrella indiscutible del evento fue la venta de lotes y solares, según declaraciones de Edwin Guzmán García, de Del Mar Inmobiliaria, quien dijo que especialmente aquellos con vista al mar o a pocos pasos de la playa, atrajeron la atención de quienes sueñan con un refugio frente al Atlántico.

El pabellón Inmobiliario fue uno de los más visitados durante Cabrera en Primavera 2025. Solangel Valdez/El Inmobiliario.
Las consultas no paraban, y las reservas tampoco. La feria no solo mostró propiedades, sino que transmitió una idea poderosa: Cabrera está lista para dar el siguiente paso como polo inmobiliario sostenible, auténtico y con identidad. Las cifras definitivas serán anunciadas oportunamente por los organizadores.
Lo vivido en Cabrera durante esta feria es mucho más que un buen balance: es la confirmación de que cuando lo local se organiza, se proyecta al mundo con fuerza. Cabrera ya no es un secreto. Es una promesa que se cumple, una oportunidad que late fuerte entre montañas, playas y la visión compartida de una comunidad que cree en su futuro.