SANTO DOMINGO.– El ingeniero estructuralista Wilson Encarnación afirmó que cualquier edificación que no cumpla con los estándares de calidad, diseño y supervisión profesional corre el riesgo de colapso.
“No existen métodos chinos o dominicanos. Existen métodos constructivos que se aplican según el tipo de estructura y que deben actualizarse con el tiempo. El problema es que no nos gusta actualizarnos”, respondió el especialista al ser consultado por El Inmobiliario digital, a propósito del cierre de varios establecimientos comerciales, propiedad de inversionistas chinos.
El experto expresó su visión técnica y crítica sobre el auge de las construcciones rápidas en República Dominicana, especialmente aquellas impulsadas por empresas chinas. Su análisis responde a las interrogantes que han surgido en el sector, tras la clausura de los centros comerciales, acción ejecutada por el Ministerio de la Vivienda, Hábitat y Edificaciones (Mivhed).
Encarnación explicó que la aparente velocidad con la que se levantan estas edificaciones se debe, en gran parte, al uso de estructuras metálicas prefabricadas, que permiten una ejecución más ágil, siempre y cuando exista una planificación previa adecuada.
Sobre los factores que influyen en esa rapidez, el especialista precisó: “La clave está en la planificación, el presupuesto y el diseño. No se puede improvisar una obra una vez iniciada; eso solo genera retrasos. A veces lo menos económico es lo más eficiente en tiempo”.
En cuanto a la seguridad dijo: “La rapidez no debería comprometer la calidad ni la seguridad si se respetan los reglamentos establecidos. Pero para eso, cada profesional debe ser responsable de la ejecución de su diseño y debe haber una supervisión privada rigurosa”.
El pasado mes de septiembre, el Mivhed clausuró varios establecimientos de origen chino, argumentando que no contaban con las licencias de construcción ni con los certificados de inspección correspondientes.
El pasado martes, tras diversos procesos de diálogo, las partes involucradas alcanzaron un acuerdo parcial, mediante el cual los comerciantes deberán presentar un estudio de vulnerabilidad estructural que demuestre que las edificaciones están aptas para continuar operando.

