SANTO DOMINGO.-Las lluvias provocadas por la tormenta Melissa han generado abundantes acumulaciones de agua en varias comunidades y zonas del país. Para el ambientalista Luis Carvajal las ciudades de República Dominicana se han construido sin la memoria del agua.
“Nuestras ciudades se han construido sin la memoria del agua. Cada día se han ido impermeabilizando más zonas, lo que reduce los espacios de infiltración. La modernización de las aceras ha modificado las franjas de tierra, afectando el comportamiento natural del agua», expuso.
Comentó que desde el punto de vista ambiental, esto tiene cinco efectos: arrastre de suelos desnudos, transporte de desperdicios, conversión del agua en vehículo de basura, reducción de absorción y aumento de escorrentías.
Carvajal indicó que el agua siempre debe tener una vía de escape. La calificó como una bendición para la agricultura, pero subrayó la importancia de saber cómo manejarla. En ese sentido, recomendó que la planificación territorial se realice por cuencas hidrográficas y no por parcelas individuales, para tener una visión más integral del comportamiento del agua.
Barahona
Una de las regiones afectadas por la tormenta Melissa ha sido Barahona, donde el investigador explica que esta situación se relaciona con las características del suelo en el sur del país, donde predominan superficies áridas, duras y de baja capacidad de absorción. Esto provoca que el agua se acumule en zonas inesperadas durante eventos de lluvia intensa.
Barahona está ubicada entre dos sistemas montañosos: la Sierra de Bahoruco y la Sierra de Neiba. Esta configuración geográfica influye en el comportamiento del agua, que desciende desde las montañas con velocidad. Carvajal señaló que esta dinámica puede generar flujos torrenciales en zonas vulnerables, especialmente cuando hay deforestación o falta de cobertura vegetal.
Estas informaciones fueron ofrecidas en el programa “El Día”, de Telesistema donde el especialista también se refirió al río Lemba. Indicó que este afluente ha sido afectado por actividades industriales en la zona, lo que ha modificado su comportamiento durante las lluvias. En momentos de inundación, el río presenta un aumento significativo en su caudal, lo que puede impactar comunidades cercanas.
Carvajal mencionó que la montaña Sabanaeta, ubicada en San Juan, descarga agua hacia el valle con una diferencia de altitud de hasta 300 metros. Esta condición genera descargas rápidas con capacidad erosiva. Según explicó, esta situación ha contribuido a que varias comunidades estén bajo alerta roja, como confirmó el general Méndez en el mismo espacio televisivo.
Finalmente, se mencionó que comunidades como Paresito y Batelles han experimentado aislamiento debido a la acumulación de agua. En estos lugares, el flujo de ríos como el San Rafael y otros afluentes menores ha aumentado, contribuyendo a la situación de emergencia en la región.

