Hermanos y socios explican cómo la comunicación, el respeto y los roles claros han sostenido su trayectoria conjunta.
SANTO DOMINGO.– Mariel y Ramón Paulino Peña, hermanos y socios de Plusval Inmobiliaria, han logrado combinar lazos familiares y profesionalismo en una relación laboral que se mantiene sólida gracias al respeto, la comunicación y la claridad en los roles. Su dinámica se sustenta en valores que fueron sembrados desde su hogar y que hoy guían cada decisión dentro de la empresa.
Trabajan juntos en el sector inmobiliario desde hace cinco años aproximadamente, aunque en el caso de Mariel, su historia comenzó mucho antes. “Empecé junto a mi padre, Bienvenido Paulino, hace 25 años”, recuerda, destacando cómo esa experiencia marcó su camino y su manera de comprender el negocio.
Dentro de la inmobiliaria, ambos tienen funciones bien definidas. Mariel ocupa la gerencia de marketing y eventos, un rol que implica organizar, promover y fortalecer la presencia de la marca en diferentes espacios. Ramón, de su lado, lleva la gerencia general y de ventas, desde donde lidera estrategias comerciales y coordina la operación general.
Esa división de responsabilidades ha sido clave para mantener el orden, la efectividad y el profesionalismo dentro de la empresa. “Definimos roles y responsabilidades donde cada uno ejerce su función, y eso hace que todo fluya de la mejor manera”, explican. Al tener claridad sobre quién hace qué, evitan duplicidad de tareas y conflictos innecesarios.
“Nuestra relación laboral es excelente, pues logramos mantener el respeto y el profesionalismo dentro de la empresa estableciendo límites claros y separando lo personal de lo laboral”, sostienen ambos. Esa separación, aseguran, les permite tomar decisiones objetivas sin que las emociones o los vínculos interfieran en el desempeño.
Equilibrio entre la vida familiar y el trabajo
Mantener un ambiente sano dentro de una empresa familiar requiere compromiso, y los Paulino Peña lo tienen claro. “Las estrategias que usamos para mantener una buena relación familiar sin que afecte el desempeño laboral es que separamos los roles, mantenemos una comunicación clara y respetuosa, tratamos de mantener una equidad en la toma de decisiones de la inmobiliaria y llevamos un balance entre la vida personal y lo laboral”, expresan.
Ese balance se convierte en una prioridad, pues reconocen que la empresa no puede funcionar si la relación familiar se desgasta. Por eso, cada conversación, cada planificación y cada decisión pasa por un filtro de respeto y claridad que ha sostenido su forma de trabajar.
La familia como pilar y motor
Para ambos, la familia representa un punto de partida y una fuente constante de motivación. “La familia lo es todo para nosotros. Crecimos en un ambiente familiar muy sólido, donde entendimos que esta es nuestra principal empresa”, afirman. Desde ese núcleo formaron los valores que hoy aplican en su vida profesional.
En su visión, trabajar con alguien que comparte esos mismos valores brinda ventajas importantes. “Es ahí donde encontramos una fuente de amor, apoyo emocional y estímulos para superar y alcanzar metas a nivel personal y profesional”, expresan. La solidez familiar, dicen, les ha permitido enfrentar desafíos del sector sin perder la perspectiva.
Además, consideran que los lazos familiares contribuyen directamente al crecimiento de la empresa. “Con un compromiso compartido, con valores y visiones similares, y siendo resilientes ante los desafíos propios del sector”, la empresa se fortalece y se proyecta hacia el futuro con bases firmes.
Finalmente, envían un mensaje a quienes desean emprender en familia: “Emprender en familia es unir talentos, valores y visión en un mismo propósito. Con respeto, compromiso y comunicación es posible construir no solo un negocio, sino además un legado duradero.” Una frase que resume lo que ha motivado cada paso de su trabajo en conjunto.
