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Por Escarlin Pozo

El Inmobiliario

SANTO DOMINGO.-La historia de Joselyn Torrealba comenzó a construirse hace 10 años. Cuando llegó a República Dominicana, desde el país que la vio nacer, Venezuela, no se imaginó que sus andares la llevarían por el camino del sector inmobiliario. Su espíritu emprendedor, heredado de sus abuelos y padres, así como la resiliencia que tanto la caracteriza, le permitió desprenderse de lo que era para dar paso a lo que podría ser en esta nueva tierra. 

Así inicia el legado de Joselyn, una joven de 33 años, quien ha sabido abrazar fervientemente las oportunidades que le ha brindado la vida. Y no de cualquier manera, sino con una mirada visionaria, siempre dispuesta a accionar y a consolidar sus metas en el tiempo. 

Joselyn Torrealba, CEO de Punta Cana Solutions.

Desde muy pequeñita, cuando tan solo tenía 10 años, fue contratada por su abuelo, Joaquín Docarmo Pinto, de origen portugués, en un negocio familiar de comida donde vendían arepas. 

Desde esa edad, la “sangre empresarial” que caracteriza a su familia comenzó a fluir con fuerza en sus venas. Al salir del colegio, se integraba en el negocio familiar, asumiendo distintos roles con entusiasmo, ya fuera en la cocina, manejando la caja o brindando atención al cliente.

Allí empezó a acumularse su experiencia laboral. Tres años después, cuando tenía 13, trabajaba en tres de las tiendas de sus padres. A las 12:00 del mediodía, se despojaba del uniforme y laboraba hasta que el reloj marcara las siete de la noche. 

Desde muy pequeña, Joselyn Torrealba, se incorporó al mundo laboral.

A pesar de este ritmo que llevaba, sus padres nunca le permitieron que descuidara sus estudios, lo que la llevó, años después, a titularse como socióloga en la Universidad Central de Venezuela.

“Mis padres no son profesionales. Que su hija fuese a la universidad era el sueño para ellos. Yo fui su primera hija en ir a la universidad, y de toda mi generación, soy de las pocas que lo alcanzó”, exteriorizó con el alma entre sus manos.

Torrealba llegó a República Dominicana en 2015, con 23 años, tras recibir una oferta laboral en el sector del entretenimiento, un área en la que ya había incursionado previamente a través de un negocio que había constituido en su lugar de origen.  

Joselyn Torrealba llegó al país en 2015.

Aunque se encontraba en uno de los mejores momentos como profesional, en su país, no tuvo miedo en aprovechar esa oportunidad, e iniciar esta aventura que sería por un periodo de tres meses. 

A los dos meses de estar en tierra dominicana, se percató de que había un mundo de oportunidades y que estaba en disposición de aprovecharlas. 

“Ese techo que tenía de hasta donde poder soñar se elevó exponencialmente. Cuando yo llego a este país empecé a conocer personas que eran exitosas, pero exitosas internacionalmente, y ahí aprendí a soñar más alto. Cuando aprendí a soñar más alto me puse metas mucho más altas y me enamoré de las oportunidades que brinda este país”, dijo llena de gratitud. 

Cuando llegó a Punta Cana, que en aquel tiempo “no tenía mucha vida”, se aburría con gran facilidad al venir de una cultura familiar que trabajaba mucho, a pesar de que en su nueva faena laboraba 12 horas, de nueve de la mañana a nueve de la noche. 

En ese preciso momento, al no contar con muchas amistades, se planteó una única misión: ahorrar el mayor capital posible para regresar a su país y desarrollar negocios allá.

Pero la vida le tenía otra meta guardada. Un día, mientras ofrecía los servicios de una empresa de eventos con la que había comenzado a colaborar, llegó un cliente que le destacó que era una excelente vendedora. Esto era algo que por naturaleza se le daba, pues era una habilidad que desde muy niña ponía en práctica de manera innata. 

El cliente continuó hablándole con entusiasmo y le dijo algo que cambiaría su destino: “Yo creo que si en vez de vender esto vendieras casas te va a ir muy bien”. 

Aquella expresión sembró en ella una idea que, aunque inicialmente le parecía sorprendente, pronto se convertiría en el punto de partida de una carrera llena de éxito en el mundo inmobiliario. 

Cuando inició sus primeros pasos en el real estate, se embarcó con gran determinación. Cuando muchos trabajaban de nueve a cinco, solía iniciar a las siete de la mañana y terminaba a las 11 de la noche. Estaba dispuesta a lograr grandes cosas. Por esa razón, comenzó a estudiar de forma autodidacta, a través de videos en YouTube, sobre marketing, ventas y negocios. 

“Yo no miraba obstáculos. Yo miraba, por cada cosa que me impedía llegar a la meta, la oportunidad de acercarme más. Entendí que la que tenía que crecer era yo porque este negocio dependía 100 % de mis capacidades”, resaltó. 

Lo que se había planteado reunir en un año para regresar a Venezuela, que eran 10,000 dólares, se encontró con la realidad que era un monto que podía alcanzar con solo vender una casa valorada en 300,000 dólares, al llevarse una comisión de un 3 %. 

Ese descubrimiento cambió su perspectiva y la motivó a esforzarse más. Convencida en lograrlo, se dedicó a buscar su primer cliente, dando con este en menos de 15 días. 

Logró vender su primera casa a un español. Para no perder esa primera oportunidad, tomó su comisión para invertir en un aire acondicionado y un lavavajillas para satisfacer al cliente, quedándose solo con 1,000 dólares. Sin embargo, esa venta marcó el inicio de una carrera que demostraría que su audacia era clave para alcanzar el éxito.

Al cabo de unos cuatro años, su panorama se vio transformado. Identificó la necesidad de formar equipos para cubrir la demanda y las necesidades de sus numerosos clientes. 

“Cuatro años tuve que pasar de transformarme entre perder la piel y aceptar mi nueva piel. Aceptarla e ir de frente ante el mundo con esa piel de empresaria inmobiliaria”, reveló.  

Ya a sus 29 años, había alcanzado importantes logros: tenía su primera casa y su primer vehículo. A pesar de tener todo esto, y haber alcanzado estabilidad financiera, sentía que su propósito no estaba en acumular bienes, sino en dejar un legado, su propia huella. 

Liderazgo

Es ahí cuando comienza a trabajar en el liderazgo de las personas de este mercado. Allí descubrió su razón de ser: “transformar a otras personas”, ya que era algo que la transformaba a ella. Y esto lo hacía a través de su inmobiliaria: Punta Cana Solutions, donde es CEO y fundadora. 

Actualmente, cuenta con un equipo de alrededor de 40 personas, compuesto por 35 asociados de venta y un núcleo corporativo de más de seis miembros. La empresa se destaca por su diversidad y por el liderazgo femenino ya que, el 70% de sus integrantes son mujeres. 

Este equipo multicultural incluye colaboradores de México, Colombia, Perú, Rusia, Argentina, Venezuela y República Dominicana.

Joselyn dio a conocer que próximamente la empresa dará un nuevo salto, aperturando su primera oficina en Santo Domingo, sentando así las bases para ampliar su influencia y continuar brindando soluciones inmobiliarias.

Lo que le apasiona

Golf 

Después de trabajar, jugar golf es lo que más disfruta.

Paddle

Se considera una amante de los deportes. Así fue como se inició en  el paddle.

Leer 

Esta es una actividad que  la entretiene.

Viajar

Ama conocer nuevos lugares  en pareja.

Familia

Sueña con formar una familia. 

Este artículo fue publicado originalmente en la revista Mujer de Concreto.

Fotos: Fidel Pérez y Davitte.